Agustín Edwards ante el juez Carroza: "No recibí dinero de la CIA"
El miércoles y por más de una hora, Edwards prestó declaración ante el magistrado Mario Carroza en calidad de testigo por la causa que lleva sobre los gestores del golpe de Estado de 1973. Aquí la ronda preguntas que enfrentó el dueño de El Mercurio.
El miércoles, el dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards, llegó hasta la oficina del juez Mario Carroza en compañía del abogado Miguel Alex Schweitzer, quién también defendió a Augusto Pinochet en Tribunales.
En el piso 14 del edificio de Tribunales de Familia y por más de una hora, Edwards declaró ante el magistrado en calidad de testigo por la causa que lleva el juez sobre los instigadores del golpe de Estado de 1973. Además, se le consultó sobre su rol en la llamada Operación Colombo, luego que los diarios de su holding se hicieran parte del montaje que disfrazó el asesinato de 119 miristas de “enfrentamientos entre ellos” con el inmortalizado titular de La Segunda en esa ocasión “Exterminados como ratones”.
En conversación con El Dínamo, el abogado querellante Eduardo Contreras comentó que la lista de personas que deberá declarar ante el magistrado es extensa y que en ella figuran nombres como Pablo Rodríguez, el abogado Hermógenes Pérez de Arce, el cura Raúl Hasbún, Manuel Fuentes, Sergio Onofre Jarpa, Sergio Fernández, Federico Willoughby, entre otros. “Luego vendrán los careos con diversas personas a las que, además del Informe Church, les consta la participación dolosa, como autores del golpe, de todos estos sujetos que hasta ahora no han sido procesados ni encarcelados como legalmente corresponde”, comentó Contreras.
Por otra parte, y respecto al tenor del interrogatorio, según fuentes de Tribunales, las preguntas del juez Carroza giraron en torno al financiamiento de la CIA a El Mercurio, los viajes al extranjero que en esa época hizo Edwards, y la injerencia que él tenía en la línea editorial del periódico y de sus otros medios asociados, como el vespertino La Segunda, específicamente sobre la omisión de las violaciones a los derechos humanos y la elaboración de montajes periodísticos.
El Dínamo pudo acceder a la minuta de preguntas realizada a Edwards, las interrogantes fueron leídas por el juez. Aquí parte del documento:
“Si es efectivo que una vez conocidos los resultados de la elección presidencial del 4 de septiembre de 1970, que daba por ganador a Salvador Allende, el señor Edwards viajó prontamente esos días a Estados Unidos”.
“Si es efectivo que, en razón de dicho viaje, el día 14 de septiembre de 1970 en dependencias del hotel Madison en Washington, el citado se entrevistó con el señor Richard Helms, director de la CIA Central de Inteligencia Americana, por su sigla en inglés, según relata el informe desclasificado de la CIA en el 2008”.
“Si es efectivo que a su vez el señor Helms gestionó una entrevista con carácter de urgente luego de esta primera entrevista con el director de la CIA, con Richard Nixon, presidente de los Estados Unidos y con Henry Kissinger, consejero de seguridad nacional, como así lo consigna la denominada evidencia 96 del año 1975 incorporada al informe Church que tenía como objetivo investigar las actividades encubiertas de la CIA en el extranjero”.
“Si es efectivo si a la fecha de septiembre de 1970, ya mantenía una relación con esa agencia de inteligencia norteamericana, la CIA”.
“Si es efectivo como lo afirma en sus memorias el general Vernon Walters, director adjuntos de la CIA, periodo 1972-1975 nombrado por el presidente R. Nixon, que usted “era el principal recurso de la CIA en toda América Latina”.
“Si es efectivo como lo afirman los archivos desclasificados de la CIA y el propio Informe Church, que en la reunión sostenida con el director de la CIA, junto a Henry Kissinger y el presidente Nixon, se acordaron los ejes para la desestabilización del gobierno del presidente Allende, lo que contemplaba la variante de un golpe militar y junto con esto el financiamiento del diario El Mercurio como principal medio de propaganda y difusión de las ideas y posiciones contrarias al gobierno y proclives a un golpe de Estado”.
“Si es efectivo que El Mercurio y demás medios pertenecientes a esta cadena de diario pudo mantenerse sobrevivir e incluso proyectarse a nivel nacional durante el periodo 1970-1973 con los dineros suministrados por la CIA de los EE.UU., como así lo afirman los archivos desclasificados de la CIA. Si puede indicar el total de las sumas percibidas y de los que dan cuenta los organismos norteamericanos”.
“Si es efectivo que durante todos los años que duró la dictadura El Mercurio jamás consignó en sus páginas alguna denuncia relativa a las graves violaciones a los Derechos Humanos que se cometían en el país y que fueron establecidas fehacientemente en los informes relativos a la muerte y desaparición de personas, conocido como el informe Rettig y el informe respecto de la Comisión de prisión política y torturas cometidas por agentes del Estado, conocido como el informe Valech”.
“Si es efectivo que en contraposición a esta omisión en materia de defensa de los derechos humanos, El Mercurio participó de la difusión de los montajes periodísticos realizados por los organismos de seguridad y de inteligencia de Régimen militar como son el caso de los 119 desaparecidos en el marco de la denominada Operación Colombo y que atribuía la muerte de 119 militantes del MIR a muertes provocadas por rencillas internas”.
Las respuestas
Respecto a su viaje a Estados Unidos, El Mercurio asegura que Edwards manifestó que -previo a las elecciones de 1970- tanto él como su familia fueron objetos de amenazas. Debido a ello su familia viajó a Argentina y él se trasladó a Estados Unidos, luego de asumir Allende. En ese país dijo que residió en la casa de Donald Kendall, entonces presidente de Pepsico y que gracias a ese vínculo trabajó hasta 1975 en Frito Lay.
Ante el juez Carroza, Edwards afirmó que en una oportunidad el presidente Richard Nixon llamó a Kendall y en el transcurso de la conversación le preguntó por él, ante lo cual el norteamericano le contó al mandatario que estaba residiendo en su casa. Edwards dijo que tras ese diálogo fue invitado a una cita con Richard Helms y Henry Kissinger en Washington, oportunidad en que le consultaron por la situación política del país. El empresario insistió en que en esos días no estaba en ciernes la posibilidad de un golpe de Estado. Ni tampoco una oferta de ayuda económica para El Mercurio. “No recibí dineros de la CIA”, sostuvo ante ante el magistrado.
Edwards también aseguró que no tuvo incidencia en la línea editorial del diario mientras vivió en Estados Unidos y que tampoco participó de la gestión editorial a su regreso en 1975, cuando se hizo cargo de los negocios familiares.