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29 de Octubre de 2014

“Nicolás tiene dos papás” y cómo derribar sus críticas a partir de la ciencia

Existen investigaciones empíricas y llamados internacionales que avalan iniciativas como la que actualmente es cuestionada por determinados sectores de la sociedad.

Por Janet Noseda
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La Asociación Americana de Psicología, en el año 2005, emitió un compendio de más de cincuenta estudios publicados en revistas científicas (en conjunto con la Asociación Americana de Pediatría, de Medicina y de Abogados de familia, entre otras instituciones) acerca de la homo y lesbo parentalidad. Se concluyó que:

  • Las personas homosexuales y lesbianas tienes las mismas habilidades parentales y más en ciertos aspectos, que heterosexuales (utilizan más el reforzamiento que el castigo, por ejemplo).Captura de pantalla 2014-10-28 a la(s) 21.10.40
  • Sus hijos no difieren cognitiva, afectiva ni socialmente de los hijos de parejas heterosexuales. Especial énfasis se hizo en que los hijos de parejas del mismo sexo no difieren en identidad de género ni orientación sexual, que los hijos de las parejas heterosexuales.
  • Los hijos de parejas del mismo sexo no están en peligro de sufrir de pedofilia, ya que en el 97% de los casos, la pedofilia ocurre por parte de un hombre heterosexual cercano a la víctima.

En el año 2009, la Asociación Americana de Psicología, emitía un comunicado a los diferentes Estados, con suma preocupación acerca de la salud mental de las personas lesbianas y homosexuales y la negación que sufren en algunos países, como Chile, en poder acceder a matrimonio o adoptar niños.

Ahí se señala en base a las investigaciones de Herek, 2006; Kurdek, 2004; Peplau & Fingerhut, 2007, que no existe ninguna evidencia empírica para prohibir a las parejas del mismo sexo casarse ni señalar que no son familia o no están capacitados para criar niños.

Ahora bien, ¿para qué emitir un comunicado?, pues los estudios han indicado que en aquellos países en donde se prohíbe a las parejas del mismo sexo acceder a unión civil o matrimonio con los mismos derechos que los demás ciudadanos, tenía un impacto en la salud mental de las personas lesbianas y homosexuales. Y no sólo en ellos, sino que en sus seres queridos, mostrando menos auto estima y depresión, señalando que el matrimonio tiene un valor social que brinda sensación de valía ante los otros y es un rito social importante para muchas parejas. Así entonces, se concluyó lo siguiente, lo cual citaré de forma textual:

“Los estudios científicos no proveen evidencia alguna que justifique la discriminación hacia las parejas del mismo sexo y sus familias […] la APA apoya encarecidamente las acciones políticas y legales que resguarden la salud mental de las parejas del mismo sexo, sus hijos y sus comunidades” (APA, 2009, Marriage equality and LGBT mental health).

La APA y la ONU, sugieren, junto con todas las instituciones científicas a nivel mundial:

  • Adoptar las iniciativas que permitan el acceso a matrimonio con todos sus beneficios y privilegios a las parejas del mismo sexo
  • Tratar a las parejas del mismo sexo que han formado una familia como cualquier familia de la comunidad, sin ningún tipo de discriminación entre las personas.

Haciendo oídos sordos de estas investigaciones y recomendaciones internacionales, el Estado chileno no ha realizado intervenciones para acceso a matrimonio igualitario y tampoco ha mostrado iniciativas para disminuir los crímenes de odio en este, el país de Daniel Zamudio, educando en familias diversas ni diversidad sexual.

Esta tarea, históricamente, la tomó el MOVILH hace unos pocos días en conjunto con la psicóloga Leslie Nicholls, la JUNJI y algunos otros actores, en el cuento “Nicolás tiene dos papás”.

Pienso que desde el parlamento debieran haber guardado silencio ante la vergüenza de dejar en ONG’s la tarea del rol público de educar con calidad pero lamentablemente no fue así. La bancada UDI señaló que va a querellarse por este libro. Pero no sólo ese sector reaccionó de muy mala forma ante este cuento, sino que también en la opinión pública se señalaba que se estaba confundiendo a los niños, que se volverían gay (y como último argumento) que un niño de tres a cuatro años no entiende el concepto de homosexualidad.

Se que existen muchos “Nicolás”, porque veo a sus madres y a sus padres en mi consulta y los he conocido en mi trabajo como investigadora académica. Es por esto que sé que esto no es un cuento… las familias homo y lesbo parentales existen y hace mucho tiempo. La pregunta debiera ser: ¿cómo se sentirá ese pequeño Nicolás al leer tantos comentarios en contra de sus padres o madres?, ¿cómo se sentirá al leer comentarios como “esto es una cochinada y una perversión”?

Frente a esta pregunta, insto al Gobierno a hacer su trabajo y prestar oído a las recomendaciones científicas y de la ONU de no seguir discriminando ni negando la existencia de estas familias y a no seguir siendo parte de quienes lastiman a los niños como “Nicolás”, pues son comentarios como los de la UDI u la omisión del gobierno con su silencio, lo que lastima a estos pequeños y a sus familias. Con respeto señalo a la UDI que es su deber leer las investigaciones científicas no ideologizadas y legislar a la luz de éstas y no en sus valores consecuentes a determinada tendencia religiosa.

En cuanto a los prejuicios que se presentaron con el libro, afirmo lo siguiente:

  • Los niños entre tres y cuatro años no tienen concepto aún de orientación sexual o género y no tienen pre-juicio y de hecho, el momento propicio para hablarles acerca de la homosexualidad de sus padres es en la temprana infancia o adultez tardía (APA). Si bien a esta edad no se comprenderán conceptos abstractos como “heterosexual y homosexual” sí se comprenderán conceptos concretos como los afectos de una familia, es decir, lo que yo siento en cuanto amor, hacia las personas que son mis padres o madres (es por esto que en pre kínder y kínder se dibuja por primera vez “la familia”). Si se gusta, se puede leer a Piaget y los estadios cognitivos del ser humano en su aprendizaje.
  • Los niños no corren peligro alguno al leerles el cuento “Nicolás tiene dos papás”. Esto es un factor protector para aquellos niños que tienen dos madres o dos padres y para aquellos que pudieran desarrollar luego actitudes homofóbicas.
  • Si bien es cierto, el conversatorio sobre las orientaciones sexuales corresponde a la familia, también le corresponde al Estado en cuanto a su rol como educador público, en especial cuando se tiene evidencia de que los prejuicios son los que preceden a los crímenes de odio e inciden directamente en la salud mental de la población.

Esperemos que el parlamento apoye esta iniciativa y la fortalezca, cumpliendo con su rol en el resguardo y protección de la salud mental de todos los integrantes… de cualquier familia.

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