Engaños, mexicana y planificación: La historia de cómo el "robo del siglo" se gestó un año antes

En octubre de 2013, un año antes del llamado “robo del siglo”, un grupo de asaltantes comenzó a merodear las inmediaciones del aeropuerto Arturo Merino Benítez con un objetivo en mente: asaltar a la tripulación de un camión de valores que hacía labores de descarga en la losa del principal terminal aéreo del país. Sin embargo, cuando los delincuentes afinaban los últimos detalles para el atraco, Carabineros recuperó el vehículo robado que la agrupación usaría para transportarse  y cometer el ilícito. Diez meses después la historia tendría otro final.

Según lo expuesto por el fiscal Occidente, Eduardo Baeza, uno de los participantes del ilícito -quien no fue detenido en esa ocasión- fue Alexis Niñoles Rivas, conocido en el hampa como “El chico Alexis”, quien comenzó a dar sus primeros pasos criminales con un robo con intimidación a los 14 años.

Quien ideó el plan de ese asalto frustrado en 2013 no fue Niñoles, sino un criminal apodado por la policía como “Juanito”, con fin de resguardar su identidad. El mismo personaje resultó clave en las diligencias policiales que terminaron con cinco personas detenidas por su presunta participación en el “robo del siglo”. Fue “Juanito” quien colaboró con los peritos, asegurando que la idea del atraco de 2013 fue de él, pero que Niñoles lo traicionó, le robó la idea y ejecutó el plan nuevamente el 12 de agosto de 2014.

Para lograrlo, luego del robo frustrado de 2013, Alexis Niñoles habría armado su propia banda junto a su hermano Cristian Niñoles, además de Roque Quintanilla y Marcelo Moya, los sujetos que enfrentaron cargos por el delito de robo con intimidación durante la jornada de ayer, ante el Primer Juzgado de Garantía de Santiago. A ellos se sumó la detención de Mario Vásquez, quien habría sido el chofer durante el atraco. En tanto, otras cuatro personas continúan con órdenes de aprehención pendientes.

Según la investigación, Niñoles ejecutó el plan de “Juanito” un año después, copiando el modus operandi del asalto frustrado de 2013: usó una camioneta igual a la que realizaba labores de descarga en la losa del aeropuerto y dos vehículos más; uno para escapar de la escena del crimen y otro para lanzar “miguelitos” y aceite quemado en las rutas que posiblemente utilizaría Carabineros para seguirlos tras el atraco. Además cada integrante vestía overoles para caracterizarse como cargadores de remesas del aeropuerto y todos estaban armados con pistolas largas y cortas.

El éxito del plan que Niñoles le “mexicaneó” (“hacer una mexicana” es el término usado en el hampa para la acción de robar a otro criminal) a sus ex colegas es conocido: $6 mil millones fueron sustraídos desde la losa del aeropuerto. En el atraco, al menos diez sujetos intimidaron a los vigilantes de Brink’s que preparaban una remesa de dinero que saldría desde un vuelo LAN 114 con destino a Copiapó.

En la trama, según la investigación de la fiscalía, habría otro nombre clave: Ariel Morales Silva, alias el “Guatón Ariel”, quien es sindicado por la fiscalía como la persona que habría facilitado el ingreso del grueso de los ladrones a la losa del aeropuerto. La investigación llegó a él por una coincidencia: según el fiscal Baeza, un carabinero -vecino de Morales Silva en Quilicura- lo vio el día del robo llegar a su casa y descargar diferentes paquetes blancos. Eso, sumado a que su estilo de vida cambió de manera brusca con la adquisición de especies de lujo, hizo que la policía comenzara un seguimiento que terminó en Doñihue, en la casa de sus suegros.

Dicha casa fue allanada por la policía, que encontró en una bodega napoleones -herramientas para abrir candados- y supuesta vestimenta de operario del aeropuerto. Pero por esas fechas -diciembre recién pasado- Morales Silva se encontraba subiendo fotos a su facebook de sus vacaciones en Rio de Janeiro junto a su esposa y dos hijos, donde permaneció  hasta la segunda quincena de diciembre, antes de partir a pasar las fiestas de fin de año a Buenos Aires.

Otra llamativa coincidencia sucedió a minutos de haber transcurrido el millonario robo, cuando la policía estuvo cara a cara con uno de los sospechosos del atraco. Se trataba de Marcelo Moya, actualmente detenido, quien estaba en un sitio erizo en Lo Echevers -comuna de Quilicura- junto a la misma camioneta en la que los delincuentes huyeron de la escena del crimen. Al ser empadronado, Moya señaló que había sido víctima de un asalto, que le habían robado su vehículo hace apenas unas horas y que justo la había encontrado allí. Incluso esa versión fue registrada por distintos medios de prensa que llegaron junto a la policía uniformada al lugar.

Después del millonario atraco sus supuestos autores no habrían aguantado las ganas de gastar el dinero: parcelas, motos, joyas y autos de lujo fueron algunas de sus compras. Según la fiscalía, sólo Alexis Niñoles compró cinco parcelas que inscribió a nombre de familiares y amigos. De hecho, el día de la detención, se le abordó a la salida del mall Plaza Vespucio mientras conducía un BMW X5. En la maleta portaba $62 millones en efectivo, dentro de una caja de zapatillas, envueltos y prácticamente prensados en un papel. Junto a ello, en la casa de Niñoles se encontraron otros 23 millones en efectivo, a pesar que el sujeto declara una renta mensual que no supera los 180 mil pesos y en Fonasa está catalogado como “indigente”. Se supo que luego del atraco, la autodenominada “Leyenda de Quilicura”, realizaba constantes y ruidosas fiestas en su casa ganándose el apodo del “innombrable” por parte de sus vecinos.

Una casa en La Florida de 90 millones de pesos fue también uno de los gustos que se dio Alexis Niñoles. Su hermano Cristian no fue menos y adquirió una parcela en el Salto del Laja, donde estaba construyendo un inmueble  de 70 metros cuadrados. Además, la policía indaga el origen de 17 vehículos, entre ellos una camioneta Ford Ranger, un automóvil Chevrolet Suburban y motocicletas avaluadas por sobre los $25 millones.

Respecto del millonario botín, del cual sólo se encontró cerca del 1% en efectivo, la fiscalía informó que una de las líneas de investigación es que el resto del dinero podría estar enterrado, por lo que la policía continúa con las diligencias en diferentes regiones del país.

Alexis Niñoles ya fue condenado en 2007 por robo con intimidación a un Servicentro. Actualmente todas las líneas investigativas apuntan hacia él como el presunto cabecilla de la banda que protagonizó el mayor robo en la historia criminal en Chile. Él y sus compañeros deberán cumplir con la medida cautelar de prisión preventiva por los 70 días que dure la investigación del caso que, al parecer, no fue el robo perfecto.