El registro que evidencia la división en el Colegio de Profesores y que impide destrabar el paro docente
Un video de la asamblea nacional del día viernes, muestra al presidente del magisterio, Jaime Gajardo, enfrentado con el resto de los dirigentes de la instancia. Mientras el líder de la colectividad aboga porque se baje el paro que lleva 50 días y que el proyecto de carrera docente se vote en el Congreso, la disidencia quiere que el futuro de la movilización sea discutido en una "consulta nacional", y que el Ejecutivo retire su iniciativa del parlamento.
A 50 días de iniciado el paro de profesores en rechazo al proyecto de “carrera docente” que presentó el Ejecutivo, el conflicto lejos de atenuarse, se ha agudizado. Esto por las diferencias que existen al interior del magisterio sobre la continuidad de la movilización. El día viernes se llevó a cabo una asamblea nacional en el Colegio de Profesores para discutir el asunto, que no acabó de buena manera.
En un registro de la actividad, se ve a Jaime Gajardo intentando someter a votación la suspensión del paro e instando a sus pares a aceptar una mesa de negociación con el Congreso y el Ejecutivo. Sin embargo, mientras intenta hacerlo, es interrumpido por otros dirigentes que insisten en que esta decisión debe tomarse a través de una “consulta nacional”, en la que participen las bases.
La discrepancia terminó molestando de tal forma a Gajardo, que este finalmente decidió suspender la asamblea.
Hoy, el dirigente comunista, sin tomar en cuenta la opinión de la asamblea, llamó a los parlamentarios a que voten a favor de legislar sobre el proyecto este miércoles. Y aseguró que quienes quieren mantener el paro son un sector minoritario del magisterio, al que denomina “disidencia”, que tendría -a su juicio- “objetivos electorales” ajenos al proyecto de carrera docente.
También defendió las modificaciones que ha tenido el proyecto en el Congreso, que a su juicio expresan de buena forma lo pedido por los profesores. “Cegarse y decir que no se ha logrado nada, es una visión desproporcionada, donde hay varios puntos que han sido acogidos y ha sido un avance, que hoy se tienen que materializar en indicaciones concretas para transformar este proyecto de ley”.
La mayoría de los legisladores comparte con que el proyecto debe discutirse en el Congreso, ya que según ellos se ha avanzado en escuchar las propuestas docentes. Por ejemplo, se aceptó modificar el sistema de “certificación” del proyecto original, en el que los profesores debían hacer una serie de pruebas de conocimiento para pasar de un tramo a otro de la carrera docente. Esto sería reemplazado por un “Sistema de Reconocimiento del Desarrollo Profesional”, que evalúa aspectos más amplios del qué hacer docente que el mero conocimiento del profesor.
El Mineduc también se abrió a eliminar la prueba que se iba a exigir a los académicos egresados para que pudiesen entrar a la carrera docente, aceptando que a esta se ingrese solo con el título. Y agregó a su proyecto, entro otros puntos, las consideraciones hechas por el magisterio sobre aumentar los sueldos; mejorar el plan de vacaciones; y regular los pagos en enero y febrero. En total, serían nueve de once los puntos en los que el Mineduc ha cedido ante los profesores. Sin embargo, los disidentes de Gajardo no están de acuerdo con esto.
“Hacemos un llamado a los miembros de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados a honrar el acuerdo que suscribieron, en orden de no avanzar en el trámite del proyecto mientras no se produjera un acuerdo entre el Colegio de Profesores y el Mineduc, lo que no ha ocurrido hasta ahora”, escribió hoy la oposición a Gajardo, encabezada por el secretario general del magisterio, Darío Vásquez. El sector también insiste en mantener la movilización hasta que se realice una consulta a las bases y asegura que Gajardo está actuando a título personal y no en representación de los profesores.
La disidencia sostiene que pese a que el Mineduc ha abordado algunos puntos en específico, el espíritu del proyecto del Ejecutivo es el mismo y que por eso, debiese ser retirado o reformulado por completo.
Mario Aguilar, opositor a Gajardo, explicó que los puntos que más preocupan al profesorado, son: eliminar la certificación y reemplazarla por un sistema de desarrollo académico y pedagógico del docente; establecer una mayor proporción de horas no lectivas para el docente, que parta con una proporción de 60-40, para terminar, en un plazo razonable, con una proporción 50-50; establecer una mejor distribución salarial, es decir, que el incremento salarial no solo aumento en los tramos más altos de la carrera docente; que se establezca un bono de retiro para los docentes; y que se presenten ideas concretas e inmediatas para terminar con el “agobio laboral docente”.
“Nosotros le dijimos en la última reunión a la ministra que con los mismos recursos podemos hacer un mucho mejor proyecto. Si se prioriza de otro modo y no se gasta plata en certificaciones, no se gasta plata en burocracia administrativa, si no que en las prioridades que señalé, alcanzarían los recursos”, afirma Mario Aguilar. Mientras tanto, aún quedan cientos de establecimientos sin clases.