Vicepresidente boliviano asegura que designación de Insulza refleja “contradicciones internas” en defensa chilena
El representante del gobierno andino destacó que el ex secretario General de la Organización de Estados Americanos enfrenta una posición particular, al haber encabezado este organismo. Esto porque, según Linera, la OEA abogó por una salida soberana al mar.
La salida del ahora ex agente de Chile ante La Haya, Felipe Bulnes, quien encabezó la defensa de nuestro país ante el tribunal internacional en el contexto de la demanda marítima boliviana, sigue generando reacciones en el país andino.
El vicepresidente de esa nación, Álvaro García Linera, afirmó que la estrategia de su país es “impecable y sólida”, y que la postura chilena se encuentra “desquebrajada y con contradicciones internas”.
Según Linera, en declaraciones que reproduce la Agencia Boliviana de Información, la estrategia de Chile siempre presentaría problemas, ya que a su juicio tergiversa la verdad y pretende cambiar la historia, pese a que a juicio del planteamiento boliviano, existirían hechos contundentes “enmarcados en la razón y la justicia histórica”.
Cabe recordar que la Corte Internacional de La Haya desechó el declararse incompetente -o sea, asumió que tiene la autoridad- para ver esta demanda que presentó Bolivia en contra de Chile. Sin embargo, la postura chilena apunta que el fallo de la Corte puso límites a las pretensiones del país andino, ya que indicó que se pronunciará en un juicio de fondo respecto de si es que Chile está obligado o no a negociar una salida al mar, pero no se debiera pronunciar sobre el resultado de esta negociación.
Este lunes Bulnes renunció al cargo de agente ante La Haya, porque a su juicio “faltó cohesión y se perdió el respaldo al equipo jurídico”.
Linera también dedicó palabras al ex Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien fue designado por la Presidenta Bachelet para que asuma como el nuevo agente ante el tribunal internacional: “El señor Insulza dirigió una institución que le dio un mandato de viabilizar el diálogo y una salida soberana y ahora está en una posición de oponerse en todo lo que la OEA defendió el año ’79 y ’83”.
A juicio de Linera, con todo lo anterior estaría claro que la estrategia chilena enfrentaría contradicciones y conflictos que se agrandan más, porque “se aferran no a la justicia sino a la falsedad, imposición y abuso y no a la integración”.