Dibam en paro apunta al Gobierno: “Somos más que un servicio público”

En este momento lo que más sienten quienes trabajan en los distintos organismos ligados a la Asociación Nacional de Funcionarios de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) es que se les faltó el respeto. Al interior del gremio detallan:  “Somos más de 1.400 trabajadores organizados, trabajamos más de seis meses en propuestas para robustecer al Consejo de la Cultura y las Artes y, tres días antes de la firma del documento presidencial, nos cambian todo el modelo”, aclararon.

¿A qué se debe la movilización? La demanda central es la creación del esperado Ministerio de las Culturas y el Patrimonio, que vendría a reemplazar la figura que ocupa el Consejo de la Cultura y las Artes, cuyo director, Ernesto Ottone, tiene carácter ministerial. En la práctica, son un servicio público dependiente del Estado.

Según aclara la agrupación,  el hecho de ser un servicio y no un ministerio les dificulta, principalmente, en la creación de políticas y en la autonomía para tomar decisiones. “Por ley, no podemos como Dibam diseñar políticas; solo se pueden ejecutar bajo orden expresa del Presidente de turno. Los servicios públicos son los caballitos de batalla del Gobierno”.

Contrario a otras manifestaciones que se han presenciado en el escenario nacional, la de la Dibam se caracteriza por demandar mayor sentido de pertenencia del Estado. “Esto va más allá de un aumento en los sueldos”, aseguran.

Durante los últimos días se presencian lienzos y carteles en los diversos museos a nivel nacional, ello también porque en el gremio se sienten pasados a llevar con el abrupto cambio del proyecto que la Presidenta firmó el pasado jueves. “El pasado lunes 14, en reunión con el Ministro Ottone, se nos informa que este modelo se cambia unilateralmente por el Ejecutivo y, lo que es peor, se niega la posibilidad de siquiera conocer el texto legal“, declara Margarita Hormazábal, Presidenta de la Anfudibam. El organismo aún busca al o los responsables de redactar y presentar este proyecto.

Además de buscar a quien generó la iniciativa que firmó Michelle Bachelet, los trabajadores sindican a Ángel Cabeza, director de la Dibam, de restarse de la reforma. “El venía trabajando con Claudia Baratini (ex Ministra), y decía que la Dibam no era un organismo político como forma de defender que se mantuviera como servicio público”, puntualizan en la Dirección, y hacen énfasis en la tardanza de la Presidenta para pronunciarse sobre la creación del Ministerio. “Se ha atrasado severamente. En el Consejo, de hecho, cortaron cabezas por la tardía reacción y por ello se fue Claudia Baratini y varios otros miembros”.

Este lunes 21, los trabajadores y representantes de la Anfudibam se reunieron con el diputado Roberto Poblete, presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara Baja, para conocer cómo sería el actuar de ésta ante la situación. Poblete manifestó que solo podía generar indicaciones, pero que no era posible modificar el proyecto.

Gloria Cortés, curadora del Museo Nacional de Bellas Artes, declaró que con el actuar del Gobierno “se vulneró el derecho democrático de todos los trabajadores de la cultura. Aquí tampoco están incorporados ni se les ha consultado a actores tan importantes como el Museo de Arte Contemporáneo o el Museo de la Solidaridad o los museos municipales”, agregó.

Consultado sobre el tema, el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, “(el miércoles 16) se firmó un protocolo de acuerdo con Anfudibam en cuanto al tema que a ellos más les importaba, que era el tema de las remuneraciones y la equiparación de sueldo”, puntualizó en declaraciones a La Tercera. “Se optó por la que era la mejor opción teniendo en cuenta la trayectoria que tiene, así que estamos contentos con haber llegado a un proceso que recoge todas las observaciones”, agregó, contrastando con la visión del gremio.

La movilización mantiene cerrados todos los recintos ligados a la Dibam, es decir, no se puede acceder a Museos, Archivos Nacionales y Bibliotecas a nivel nacional.