Los riesgos del endeudamiento juvenil y las tarjetas comerciales a universitarios
Un estudio realizado el 2014 por el Sernac reveló que el 37% de los jóvenes tiene deudas pendientes, por créditos o tarjetas con casas comerciales.
La salida al mundo laboral puede significar muchas satisfacciones para una persona, en especial si se puede encontrar un buen trabajo, cuando todavía no hay muchas obligaciones comerciales de por medio.
Sin embargo, la realidad que enfrentan los jóvenes en Chile es muy diferente. Esto porque muchos de ellos comienzan a endeudarse tempranamente con préstamos y casas comerciales que se acercan a ellos cuando obtienen su primer trabajo, o cuando todavía no terminan la universidad, un periodo donde aparte muchos se endeudan por obligación.
Un mundo de contratos comerciales para los que en muchos casos no existe la madurez financiera suficiente.
Por eso los expertos afirman que el uso eficiente y razonable de los recursos financieros es sin duda una de las herramientas más valiosas para desenvolverse a diario, sin poner en riesgo la estabilidad familiar o personal. Sin embargo, una de las principales dificultades que enfrentan las personas es precisamente la falta de gestión financiera.
“En un momento convulsionado con aires de crisis económica, en la que los precios de algunas materias primas han caído dañando los ingresos de algunos países y afectando, entre otros aspectos, la confianza de personas y empresas, sus inversiones y los niveles de crecimiento, nuevamente el tema del dinero, las finanzas y su administración adquiere relevancia para recordarnos algunos componentes elementales de una sana gestión”, según nos explica el Máster en Finanzas y director de la carrera de Auditoría e Ingeniería en Control de Gestión de la Universidad Autónoma, Mauricio Burgos.
En ese sentido, recuerda un viejo dicho: “animal viejo es difícil que cambie, y tratándose de dinero, probablemente suceda lo mismo. Por ello, adquieren relevancia algunas ideas postuladas en una publicación extranjera en relación a formar hábitos y conductas apropiadas en los niños y cuya responsabilidad descansa en los padres”, precisa.
Sin embargo, una vez que hemos decidido enseñar a nuestros hijos a administrar el dinero o ahorrar, surgen de inmediato las preguntas: ¿qué debo hacer?, ¿por dónde empiezo? o ¿cuánto dinero debe administrar un niño?.
Al respecto, el académico de la Facultad de Administración y Negocios nos plantea algunos puntos fundamentales a considerar, tales como:
- Padres familiarizados con las finanzas, que les posibilite ser orientadores positivos para sus hijos
- Explicar los aspectos positivos y negativos del dinero, y lo que significa conseguirlo, y su uso
- Ser ejemplos visibles de buen comportamiento financiero
- Hacer de la potencial mesada un medio a través del cual se inculque elementos básicos esenciales de buena gestión financiera
- Evitar ser condescendiente en todo lo que los hijos pidan, haciendo hincapié en las dificultades de ciertas aspiraciones
- Incitar la planificación del ahorro y premiar logros importantes que se alcancen
- No subsidiar las malas decisiones monetarias
- Familiarizarlos con el sistema financiero y sus instituciones
- Hacerlos partícipe de actividades cotidianas y que conozcan de primera fuente las decisiones financieras y los riesgos asociados
- Cultivar el valor de no sobre endeudarse, sus costos y riesgos
- Fomentar a vivir conforme lo que se tiene
Finalmente, sostiene que es fundamental “incorporar en las mallas formativas educacionales actividades que propendan a ir asentando desde la infancia las buenas prácticas o principios financieros, que permitan enfrentar el presente y futuro de nuestro vivir de manera correcta y apropiada”.