Cómo es el proyecto de ley que permitirá a las empresas financiar la visita del Papa
Se busca facilitar las donaciones a empresas que quieran financiar la girar de Francisco a Chile en enero de 2018.
La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados dio un importante paso al respaldar la idea de otorgar exenciones tributarias a las empresas que quieran financiar la visita del Papa Francisco a Chile, la cual se realizará en enero de 2018.
La Presidenta Michelle Bachelet anunció este proyecto en un mensaje y causó polémica porque permitirá a las empresas realicen donaciones con este fin a la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, el proyecto busca que sean los privados los que financien la visita de Jorge Bergoglio y asuman los gastos de estadía del sucesor del Papa Benedicto.
Al igual que la visita de Juan Pablo II en 1987, el Fisco imputará dichos desembolsos como “un gasto necesario para producir la renta, es decir, estarán exentas de todo impuesto, y no estarán sujetas a la autorización de un juez competente que autorice la donación”.
Esto significa que estarán exento de todo impuesto y las donaciones no deberán ser autorizadas por un juez, como exige actualmente la ley para este tipo de gasto.
Desde el Ministerio de Hacienda estiman que las donaciones que hagan las empresas alcanzarán a cubrir un 50% de los gastos de la visita papal, el que tendría un costo total de $4.000 millones. Es decir, sólo se aplicarían descuentos tributarios sobre $2.000 millones donados. A partir de esta última cifra, se estiman menores ingresos fiscales por menor recaudación por cerca de $510 millones.
Si la visita papal se financiara completamente a través de este sistema, se dejarían de recaudar impuestos por unos $1.020 millones.
Tope 5% a la renta imponible
En el proyecto se considera que las donaciones no pueden ir más allá del 5% de la renta líquida imponible o en caso de que la empresa tenga pérdida, más allá del 1,6%.
En su exposición ante esta Comisión, el ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre explicó que todas las visitas de presidentes extranjeros a Chile implican un gasto fiscal. En el caso del Papa, este punto tiene un doble carácter, siendo un jefe de Estado y también un líder espiritual.
Eyzaguirre validó además que los gastos en este caso sean mayores, ya que visitará tres ciudades, argumentado además que el Estado laico permite la difusión de distintas confesiones o espiritualidades, subvencionando colegios particulares judíos, católicos, evangélicos, musulmanes; además, se acogen donaciones para universidades de diferente orientación confesional.
El abogado tributario Matías Robertson a El Dínamo explica que las donaciones que realizan las empresas deben pagar impuestos ya que no son considerados gastos que sean obligatorios para el funcionamiento según el giro de la sociedad. Es decir, donar plata, si eres una sociedad, es caro, en términos del impuesto que se debe pagar.
“Esto no aplica a personas, porque todas sus lucas pagaron todos los impuestos, así que da lo mismo lo que hagan con ellas”, explica Robertson.
Las empresas que donen a la Conferencia Episcopal específicamente para cubrir los gastos de la visita del Papa podrán descontar en la determinación del total de sus impuestos esas donaciones como gasto, ahorrándose de su Impuesto de Primera Categoría el 25,5% del monto donado. Por ejemplo, tienes ingresos de $100, pero donaste $60: en el cálculo del Impuesto se va a considerar una renta por $40 ($100-$60), por lo que en vez de pagar $25,5 ($100*25,5%) vas a pagar $10,2 ($40*25,5%), ahorrándote $15,3 ($60*25,5%).
El abogado socio de la consultora Amplus, explica que cada peso que se “descuente” del ingreso en la empresa que dona va a ser considerado ingreso para otra empresa, ya que esa donación se gastará en lo que use el Papa (movilización, comidas, seguridad, etc.) por lo que este gasto representará ingresos para otras sociedades, las que sí van a tener que pagar el 25,5% que calculaba Hacienda.
“Aunque un análisis simplista pudiera dar a pensar que existe un perjuicio fiscal, en la práctica no hay tal perjuicio o, de haberlo, es muy menor al estimado”, explica Robertson.
Robertson añade que, a su juicio, este proyecto no era necesario, ya que la Iglesia Católica podría haberse acogido a alguna de las demás leyes de donaciones ya existentes para armar el “proyecto” visita papal, como por ejemplo, contando con la aprobación del Comité Calificador de Donaciones Culturales Privadas, la Ley Valdés, lo que financiaría las actividades papales.
“Si se hiciera así, de hecho, el beneficio sería mayor: 50% de la donación sería gasto, y el otro 50% sería crédito. Descuento directo”, dice Robertson.