
No había dudas en que la renovación de diputados de la Democracia Cristiana en la Cámara de Diputados iba a ir a la baja, luego de haber ido en una lista sin los partidos más grandes de la Nueva Mayoría y haber logrado un acuerdo solo con el MAS y la Izquierda Cristiana. Esta decisión implicó obtener 14 diputados y tres senadores.
La acotada bancada de la DC -que se estrenará en marzo próximo- es lejos una de las más pequeñas que han tenido en su historia. Si en 1965 tenían una bancada de 82 diputados -donde se repartían 147 escaños-, con el retorno de la democracia en 1990 asumieron 38 parlamentarios de la falange.
Esa cifra la mantuvieron más o menos similar hasta 2001 cuando comenzó la baja. En esa elección obtuvieron 23 diputados, en la siguiente elección 20, luego en 2009 uno menos, para en 2013 “recuperarse” a 21 parlamentarios.
No solo eso: el Senado también vivió una baja, de cuatro a tres, destacando el triunfo de la diputada Yasna Provoste, del ex intendente Francisco Huenchumilla y de la ex ministra Ximena Rincón. La Cámara, en tanto, quedará constituida por solo catorce, menos que el Partido Socialista y el Frente Amplio.
Lo que pase ahora con Carolina Goic -presidenta del partido, aunque suspendida por el periodo eleccionario- está por verse: achacarle los responsabilidad política de una decisión que los dejó como el tercer partido de la centroizquierda, después de haber sido el primero, o continuar en el camino propio que pocos réditos les significó.