Ex alumno del Alonso de Ercilla: “Varios casos de abuso sexual no están prescritos y podrían ser juzgados”
El denunciante afirmó que "nuestra sensación es que, en una situación ante la espada y la pared, la congregación tuvo que salir a hablar, pero ellos no tuvieron nunca el deseo ni la voluntad de hacerlo".
Días atrás, Eneas Espinoza, Jaime Concha e Isaac Givovich -tres ex alumnos del Instituto Alonso de Ercilla– hicieron público sus testimonios sobre los abusos sexuales de los que fueron víctimas por parte de miembros de la congregación de los Hermanos Maristas cuando estudiantes del plantel y hoy el segundo de ellos aseguró que existen casos recientes que aún no están prescritos y podrían ser juzgados por tribunales.
“Respecto a casos nuevos, yo no estoy autorizado a entregar información de otras denuncias, pero lo que sabemos, como sobrevivientes (de los abusos), es que no todos los casos están prescritos; hay varios casos que se encuentran vigentes, que podrían ser juzgados con la ley actual“, dijo en Radio Cooperativa esta mañana.
En esa línea, Espinoza aseguró que “eso es muy importante para toda la causa, en general, porque los modos de operar, las formas en las cuales estos abusadores actuaron sobre nosotros se repiten en los casos que todavía pueden ser investigados”, recordando las denuncias contra Fernando Karadima.
“Para nosotros ha sido muy difícil, muy complicado realizar esta denuncia, por el peso que tiene: primero, enfrentar tus recuerdos, y en segundo lugar tener que salir a denunciar porque no te queda otra. Si tenemos que salir en los medios, hacer denuncias públicas, salir en los diarios, aparecer en la radio, en la televisión, es porque si no salimos a denunciar, la congregación sigue tapando los abusos”, explicó.
El denunciante afirmó que “nuestra sensación es que, en una situación ante la espada y la pared, la congregación tuvo que salir a hablar, pero ellos no tuvieron nunca el deseo ni la voluntad de hacerlo, siempre fue en reacción a nuestras denuncias”.
“El hermano marista Abel Pérez confesó ante la congregación hace más de siete años que estaba cometiendo este tipo de delitos sexuales y la congregación no hizo nada al respecto. La Justicia tendrá que determinar si eso es un delito de encubrimiento o asociación ilícita; frente a qué figura legal nos encontramos”, concluyó.