Scicluna insta a víctimas a demandar y pedir compensaciones a Maristas
Si bien los delitos estarían prescritos en la justicia penal, los denunciantes podrían exigir compensaciones a través de un juicio civil.
El obispo de Malta Charles Scicluna, enviado a Chile para indagar las acusaciones contra el obispo de Osorno Juan Barros por encubrimiento de los abusos del sacerdote Fernando Karadima, abrió su agenda tras una emergencia médica, y recibió a los cuatro hombres que hoy acusan haber sido abusados sexualmente cuando niños por miembros de la Congregación de los Hermanos Maristas.
Según el acta de la reunión obtenida por Radio Bío Bío, en el primer párrafo se establece la recomendación directa que les hizo Scicluna a sus interlocutores: presentar denuncias ante la justicia civil y canónica y solicitar una indemnización por los daños.
“Las víctimas aquí presentes han entregado todos los detalles a los investigadores. Monseñor Scicluna insiste en el derecho de las víctimas a denunciar civilmente los hechos. El canon 128 CIC permite solicitar la compensación económica. También como apoyo, canon 1399 CIC, no obstante su prescripción de 3 años y no permitir una pena perpetua, aunque se puede pedir a la Santa Sede que sean derogados ad casum. El que los agresores no sean clérigos, no significa que tales hechos deban quedar impunes”, establece el documento.
Cabe recordar que los delitos cometidos en los colegios maristas estarían prescritos en la justicia penal, pero aún así se podría exigir alguna reparación por parte de las autoridades ecleseásticas a través de la justiciai civil.
Los cuatro denunciantes recibieron unas cartas firmadas por el provincial y viceprovincial de la Congregación de los Hermanos Maristas en Chile, los hermanos Saturnino Alonso y Patricio Pino. Allí reconocen las denuncias y dan cuenta del inicio de una investigación interna a cargo de un experto externo en derecho canónico, el salesiano David Albornoz.
Pero la parte más importante de las cartas, aquella de la cual los denunciantes se podrían afirmar para denunciar civilmente, es donde reconocen explícitamente no haber protegido a sus alumnos y haber sido negligentes al conocer las denuncias.
El párrafo dice: “Reconocemos con vergüenza que no cumplimos adecuadamente con nuestro rol de garantes y protectores de nuestros alumnos. También que en ocasiones hemos sido negligentes para reaccionar cuando hemos conocido estos hechos mucho tiempo después. Es una falta y una herida que nos remece, pero también nos fortalece para asumir con total responsabilidad acciones y protocolos que aseguren que tales hechos no se vuelvan a repetir nunca más”.