Felipe Berríos y abusos sexuales en la Iglesia: “El celibato no es la única causa (…) El gran pecado de la Iglesia ha sido apartar a la mujer”
El sacerdote jesuita se refirió a la carta que envió el Papa Francisco a la Conferencia Episcopal chilena, donde asumió que había cometido un error y validó las denuncias en contra del obispo Juan Barros.
El sacerdote jesuita Felipe Berríos reaccionó a la carta que envió el Papa Francisco a la Conferencia Episcopal chilena donde validó las denuncias en contra del obispo Juan Barros, admitiendo “dolor y vergüenza” tras revisar el informe realizado por el monseñor Charles Scicluna.
En conversación con Radio Duna, el religioso afirmó que la misiva “se recibe con mucha esperanza y también con cierta desazón porque confirma muchas intuiciones que uno tenía que aquí algo no funcionaba (…) Espero que de aquí al tiempo a que viajen los obispos (al Vaticano) no siga esta máquina de desinformación que hay en la Iglesia Católica”.
Berríos sostuvo que en la Iglesia “cree que hay una mafia”, ya que “no se nos olvide que el Papa Benedicto renunció porque no se la pudo con esto, y eso es lo que tengo temor, que esta máquina siga funcionando con secretismos, influencias por debajo, cosas desinformadas (…)”.
Respecto a otro de los temas que toca la carta de Francisco es el origen de los abusos sexuales, que asegura comienzan cuando hay abuso de poder y abuso de conciencia. En esa misma línea, aseguró que en la Iglesia existe una “verticalidad”, “secretismos” y “miedos” que a su juicio se deben “desmantelar”.
Fue aquí donde Berríos apuntó directamente al fallecido Papa Juan Pablo II, a quien acusó de evitar el proceso modernizador que vivía la Iglesia en la década de los ’60. “Una de las personas que frenó esto, que hizo retroceder a la Iglesia Católica fue el Papa Juan Pablo II. Más que él, porque se dedicó a los viajes, fue el secretario de Estado, Angelo Solano, una persona nefasta en esto que empezaron a nombrar a puros obispos repetidores de lo que se decía en Roma y que implementaron estos secretismos y uno lo ve en Chile con el cardenal Medina (…)”, sostuvo el jesuita.
“No basta aquí con sacar a personas (…) hay que ver qué hay detrás que produce esto. Porque el sistema de investigación dentro de la Iglesia es largo, secreto y nosotros los curas estamos cansados de esto”, sostuvo, añadiendo que queda con la sensación de que el Papa “llega tarde” a este problema.
A eso, comentó que “yo no entré a cura para estar todo el tiempo tratando de investigar o defender a condoros que se han mandado y delitos (…) Dan ganas de decir ‘no más’”.
En entrevista con la radioemisora, Berríos fue consultado por si el celibato era el origen de los abusos que cometían sacerdotes, a lo que aseveró que “aquí se mezclan varias cosas. A mí no me gustaría identificar el celibato como la única causa de los abusos sexuales”.
En ese sentido, manifestó que “uno de los grandes pecados de la Iglesia Católica es haber apartado a la mujer de la jerarquía. Eso ha sido un error tremendo” y agregó que “cuando uno ve que entra esta procesión de obispos, curas, y uno ve puros hombres dice: “aquí hay algo raro” “esto no es bueno””.
“El celibato no siempre fue obligatorio … así como se impuso en la Iglesia, se podría sacar. El celibato si está puesto como una obligación puede ser perjudicial”, concluyó.