Cómo opera la nueva Ley de Ductos que pone fin a exclusividad de servicios de cable e internet en edificios
Esta legislación prohíbe los acuerdos exclusivos entre constructoras y compañías de telecomunicaciones.
Este lunes 23 de abril entró en vigencia la denominada “Ley de Ductos”, que permitirá que los residentes de edificios, condominios y loteos tengan la libertad de poder elegir y cambiar de proveedor de servicios de internet, telefonía, y TV de pago. De esta manera, se pone fin a cualquier trato exclusivo que tengan las empresas con constructoras.
“Este hito, en materia de telecomunicaciones en Chile, es comparado sólo con la Ley de Portabilidad Numérica, promulgada en 2011 bajo el primer gobierno del Presidente Piñera, y que ha permitido que casi 14 millones de usuarios tengan la posibilidad de elegir su proveedor de telecomunicaciones, ya sea para telefonía móvil como fija”, señaló la ministra de Transportes, Gloria Hutt.
Agregó, además, que “en esta oportunidad, la entrada en vigencia de la ley de ductos les permite también a los usuarios la posibilidad de optar por el proveedor de servicios que más se acomode a sus necesidades en sus hogares. Esta modificación que elimina toda barrera artificial o monopólica, generará mayor competencia y dinamismos, en beneficios de todas las personas”.
¿Cómo funcionará?
El ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, aseguró que “la ley se comenzará a aplicar de forma inmediata para condominios de edificios y se implementará en forma gradual en conjuntos habitacionales de baja altura. Además, la instalación de la red interna de telecomunicaciones en estas edificaciones, estará a cargo de las empresas que se adjudiquen la construcción de estos proyectos”.
Es que antiguamente, al momento de iniciar nuevos proyectos, las constructoras realizaban acuerdos previos con las compañías proveedoras de servicios para realizar la instalación de ductos. Así, se ganaban la “exclusividad” de su uso, lo que obligaba a los habitantes a contratar el único servicio disponible.
Con la nueva “Ley de Ductos” se prohíbe las negociaciones entre las constructoras y una determinada compañía proveedora de servicios para obtener exclusividad. Junto con eso, se deberán entregar todas las facilidades para que las compañías tengan los accesos necesarios para poder instalar sus servicios.
La normativa que entró en vigencia ayer, establece que las nuevas edificaciones deberán considerar una red interna de comunicaciones, construyendo una arquitectura que permita soportar las distintas tecnologías y capacidades, sin quedar restringido a un operador.
Diferencias entre edificación nueva y antigua
Con la nueva legislación, las nuevas obras deberán seguir un nuevo protocolo. De esta manera, deberán inscribir los proyectos en el portal de la Subtel, previamente a la solicitud de un permiso de edificación ante la Dirección de Obras Municipales.
Así, las empresas de telecomunicaciones podrán saber de su existencia y proyectar su despliegue de redes dependiendo del tipo de obra. La idea de esto, es que los proyectos inmobiliarios nuevos tengan visibilidad para los operadores de telecomunicaciones.
Para las edificaciones antiguas, la situación es diferente. Aquí se instauró un protocolo de buenas prácticas para entregar la posibilidad a comunidades de edificios de poder optar a otros proveedores. En la ley se establece que las cámaras y demás instalaciones de acceso directo son compartidas, por lo que no hay la opción de negar la llegada a otra compañía, a menos que exista un riesgo para aquellos servicios que ya existen.
Aunque se le den las facilidades a la llegada de nuevos proveedores, no se garantiza completamente. Las compañías acusaron que una de las principales trabas es la “factibilidad” técnica, la cual ahora debe ser justificada. Con el nuevo reglamento, se podrá recurrir a mediadores que definirán si existe dicho impedimento.
La Subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, sostuvo que la implementación de este reglamento remecerá a la industria, convirtiéndola en una mucho más competitiva y dinámica, fomentando la inversión, y cautelando que los usuarios manejen más de una opción a la hora de contratar un servicio residencial de telecomunicaciones.
“Uno de los focos principales que tendrá esta gestión será la de eliminar cualquier tipo de barrera artificial de entrada, a la hora de contratar un servicio de telecomunicaciones. En ese contexto, hoy no existe una justificación técnica, ni menos tecnológica para que persistan monopolios en los ductos de telecomunicaciones y que restrinjan la libre elección a los habitantes de edificios y condominios de gran parte del país”, dijo.