El currículum de las cartas para suceder al cardenal Ezzati
Entre las opciones aparecen el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, y su par de Concepción, Fernando Chomalí.
Las medidas tomadas por el Papa Francisco para afrontar las denuncias por casos de abuso sexual por parte de religiosos en Chile, seguirá generando movimientos en las jerarquías de la Iglesia Católica. Tras las salidas de los obispos Alejandro Goic de la diócesis de Rancagua y de Horacio Valenzuela de Talca, otra de las autoridades eclesiásticas que podrían ser removidas es el propio Cardenal y Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.
Posibilidad que se potenció luego que el propio Francisco señalara en una entrevista que aceptará la renuncia de “dos obispos por límite de edad”. Categoría que incluye a quienes estén por sobre los 75 años, y en la cual, tras la salida de Goic, solo está Ezzati.
Se busca reemplazo
El nombre que aparece con más opciones de reemplazar a Ezzati es el de Fernando Chomalí, quien es destacado por su amplio trabajo académico en el campo de la bioética y sus fuertes vinculaciones con la élite económica católica. Actualmente se desempeña como arzobispo de Concepción y es gran canciller de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
Hito que podría potenciar su opción, es haber sido uno de los que acusó, ante el Papa, las situación que se vivía en Osorno. Junto solicitar que no se nombrara a Juan Barros como obispo en esa ciudad.
A esto se suman declaraciones públicas como las que realizó tras la reunión que Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton tuvieron con el papa Francisco en el Vaticano. En ese minuto, Chomalí aseguró que sólo faltaba que Fernando Karadima pida perdón a sus víctimas.
Sin embargo, en 2011, fue el mismo Juan Carlos Cruz quien apuntó a Chomalí. “Algún día perdonaré a Chomalí. Por años le pedí ayuda y nada. Me duele todavía. Era mi amigo”, dijo en su momento Cruz, asegurando que el arzobispo le pidió disculpas por mail.
“La verdad, me tupí, me porté mal con él, en el sentido de que buscaba a un amigo, a un obispo y yo no supe cómo actuar”, dijo Chomalí tras reconocer que no actuó frente a las denuncias en contra de Fernando Karadima. “Le pedí un perdón muy sincero, para mí ha sido una cosa muy dura haberle fallado a un amigo. Aprendí la lección, que es que corrompe tanto la mentira como el silencio y debí haber sido mucho más acogedor hacia él”, agregó.
En otra área, en septiembre del año pasado, Chomalí fue criticado tras negarse a desalojar la Catedral de Concepción, tomada por manifestantes que protestaban por la detención comuneros mapuches acusados de la quema de templos evangélicos en La Araucanía. La huelga de hambre que realizaron los manifestantes marcó incluso una diferencia entre Chomalí y la Conferencia Episcopal. Finalmente, tras 10 días de ocupación, la catedral fue desocupada de manera pacífica.
En los denominados temas valóricos, Chomalí sigue la línea de Ezzati respecto a la doctrina de la Iglesia. En su momento, cuando comenzaba su discusión legislativa, calificó el proyecto de despenalización del aborto en tres causales como un “método para controlar la natalidad”. Incluso, comparó la ayuda que debería prestar el personal médico a un feto, con la ayuda que por ley se le exige a quienes protagonizan un accidente de tránsito.
Un nombre entre el círculo de Barros
Otro de los candidatos que podría suceder a Ezzati es el del actual arzobispo de La Serena, René Rebolledo, quien en 2004 fue nombrado obispo de Osorno por el cardenal Francisco Javier Errázuriz, siendo sucedido por el cuestionado ex obispo Barros, con el que mantendría una fuerte vinculación.
La Organización de Laicos y Laicas de Osorno criticaron en mayo de 2015 a Rebolledo, acusándolo de ser desleal con su ex clero al incitar a Barros a no renunciar. “La forma en que han hecho prevalecer su voluntad sobre él es casi criminal”, señalaron.
Según una publicación de Ciper, Rebolledo se sumaría a los cercanos a Barros, junto con el arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, y el obispo de Ancud Juan Agurto. En ese círculo también estarían el obispo de Linares, Tomás Koljatic y el cardenal Errázuriz.
Rebolledo asumió como arzobispo de La Serena en 2013 y fue parte del grupo de obispos de la Conferencia Episcopal que viajó a Roma a reunisrse con el Papa Francisco, precisamente para analizar el informe de Charles Scicluna. Y al igual que los demás obispos, puso su cargo a disposición a su regreso a Chile.
De Rebolledo se ha mencionado además su estrecha relación con el nuncio apostólico Ivo Scapolo, fuertemente cuestionado por su papel en los encubrimientos de las denuncias de abusos por parte de Karadima. Y es cercano, además, al Cardenal Emérito Jorge Medina, con quien incluso celebró sus 60 años de sacerdocio en la ciudad de Coquimbo.
Tras su paso por Osorno, en La Serena también ha encontrado puntos de conflictos con su feligresía. El pasado mes de junio se inició una campaña en La Serena para solicitar la eliminación del nombre del ex arzobispo Francisco José Cox, de una placa conmemorativa instalada en la catedral local.
Cox fue acusado a fines de los ’90 por acoso y abuso sexual a menores de edad, por lo que renunció y fue enviado a Europa. Hecho que motivó que un grupo de laicos y la Coordinadora de Derechos Humanos de La Serena enviará una carta al Papa Francisco para hacer la solicitud, la que ha encontrado apoyo en parlamentarios y alcaldes locales.
“Envíenla, total, en el Vaticano existen cerca de dos mil secretarías y dudo que le llegue”, señaló Rebolledo, según publica The Clinic.
“Se me planteó el tema de quitarla en una reunión. Pero haya o no denuncia, Francisco José Cox está en la historia. No se puede borrar. Eso, además, está en manos del Consejo de Monumentos. Pero si la insistencia de sacar su nombre es mayor y hay que retirarla, mejor retiramos la placa. Para bien o para mal es parte de la historia”, agregó sobre el tema en un diario local
No obstante, consultado posteriormente por ese debate, el arzobispo habría cambiado de opinión: “Después de la audiencia, he realizado una ulterior reflexión, en el sentido que si Consejo de Monumentos autoriza, manifiesto mi total disposición a retirar la placa de la entrada del templo Catedral”, dijo.