Entre castigos y nuevas parejas: la vida en prisión de los condenados por el asesinato de Nibaldo Villegas
Francisco Silva y Johanna Hernández han vivido una dispar realidad en la cárcel. Ambos esperan la resolución de la Corte de Apelaciones de Valparaíso sobre el recurso de nulidad.
Johanna Hernández y Francisco Silva, los condenados por el asesinato del profesor Nibaldo Villegas, están viviendo una dispar realidad en prisión a la espera de la resolución de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que definirá el recurso de nulidad que busca anular el juicio que los responsabilizó del crimen.
La pareja, que había mantenido una relación antes y durante el crimen del docente de Villa Alemana, está separada desde sus respectivos centros de reclusión. Según lo publicado por La Cuarta, cada uno está viviendo su estadía en la cárcel de diversa forma y actitud.
El matutino afirmó que Hernández, que fue sentenciada a presidio perpetuo calificado por delito de parricidio, llegó al Centro Penitenciario Femenino “con un estatus muy alto, incluso más que el que tienen los ladrones, por haber matado a su marido. Entonces, es vista como una reclusa de temer por las otras internas”.
En su rutina diaria la mujer asiste a talleres de capacitación impartidos por Gendarmería, específicamente, de Alimentación y Peluquería.
Además de esto, la condenada estaría completamente desvinculada de Silva, ya que según fuentes ligadas al caso tendría una nueva pareja al interior del módulo 210-D.
Por otro lado, el hombre ha vivido diversas complicaciones y castigos. Ayer, en medio de la audiencia que define el futuro del juicio, se supo que la Unidad Especial de Alta Seguridad de la cárcel de Valparaíso halló un celular en su poder.
“Silva es un preso que está bajo la lupa por un crimen de alta connotación pública. Está completamente solo. No sale al patio cuando están los otros internos”, dijo un trabajador de la cárcel porteña.
La decisión sobre la posible nulidad del juicio se conocerá el próximo 1 de julio. La familia de la víctima solicitó que las condenas que pesan sobre los acusados permanezcan sin modificación, para así cerrar el proceso que comenzó con la desaparición del docente y el hallazgo de sus restos en agosto de 2018.
