Por qué Chile se transformó en el país más obeso de la OCDE
Pese a las políticas estatales que se han aplicado para reducir el consumo de "comida chatarra", con impactos positivos en la población, no se ha logrado frenar la epidemia nutricional.
Una mala noticia trajo un último informe sobre obesidad y sobrepeso de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El estudio muestran que el 74% de la población adulta en Chile sufre obesidad y sobrepeso, y lo sitúa como el país de la OCDE con más alta tasa de obesidad y sobrepeso, por encima de México (72,5%) y Estados Unidos (71%).
Chile también figura como el tercer país con mayor incremento de la obesidad entre los jóvenes de 5 a 19 años, siendo superado solo Estados Unidos y Arabia Saudita, esto pese a las políticas estatales que se han aplicado par reducir el consumo de la denominada “comida chatarra” entre niños y adultos. Y si bien estas normativas han tenido impactos positivos, no logran frenar la epidemia nutricional.
Cifras en Chile
El ministro de Desarrollo Social y Familia, Sebastián Sichel; el subsecretario de Servicios Sociales, Sebastián Villarreal; y la secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, Daniela Godoy, anunciaron la creación del Consejo de Desarrollo Saludable para combatir los altos niveles de obesidad en el país.
De acuerdo a la Estrategia Nacional Cero Obesidad, al año fallecen 14.780 personas producto por sobrepeso u obesidad. Asimismo, el costo económico promedio atribuible al sobrepeso y la obesidad asciende a $455 mil millones anuales. En esa línea, las personas obesas son 46% más costosas que quienes presentan un peso normal, tienen un 27% más de consultas médicas y presentan un 80% más de gasto en medicamentos.
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A nivel nacional, tomando como base los datos de la Encuesta Nacional de Salud, el promedio de sobrepeso y obesidad en adultos es de 75%. Las regiones sobre el promedio nacional son Maule, Los Ríos, Metropolitana, Biobío y Magallanes, siendo ésta última la más crítica, con un 80% de su población adulta (de 15 años y más) con obesidad o sobrepeso.
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Respecto de los escolares, más de la mitad de la población está con sobrepeso u obesidad (51,7%). Los índices más críticos se presentan desde la región de O’Higgins al sur, siendo nuevamente Magallanes la región más alta, con aproximadamente un 57% de su población escolar con exceso de peso.
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Otro de los datos relevantes responde al sexo. Si bien los porcentajes de malnutrición por exceso son similares entre hombres (74,5%) y mujeres (75,6%), las diferencias se generan en el detalle, ya que los hombres tienen mayores índices de sobrepeso mientras que las mujeres presentan mayores niveles de obesidad
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Políticas públicas
La reforma tributaria de 2014 subió el impuesto de a las bebidas azucaradas, el que pasó de 13 a 18%, una medida que buscaba bajar el consumo de este tipo de productos. Y funcionó: una investigación financiada por Conicyt y el Research Council de Reino Unido reveló que desde 2011 a 2015, el consumo se redujo en 21,6% en bebidas con concentración de azúcar agregada de 6,25 gramos por 100 ml o más.
Si bien los estratos altos redujeron el consumo en 31,3%, los de estrato bajo solo lo hicieron en un 12,1%. En cantidad de azúcar, las personas del sector alto redujeron 20,1%, más del doble que los más bajos, que solo lo hicieron en 8,9%.
En 2016 comenzó a aplicarse la Ley 20.060 sobre etiquetados de alimentos. Esta establece que los alimentos deben presentar un mensaje claro que indica de manera sencilla cuando los alimentos sean altos en azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías. Estos serán a partir de sellos que dirán la advertencia “ALTO EN“.
De acuerdo a un informe de evaluación del Minsal, a 2018, el 92,9% de las personas dice entender la información que entregan los sellos, con un 79,1% de los consumidores modificando su decisión de compra producto de la advertencia.
La normativa también establece la restricción de la venta y publicidad de alimentos con sellos al interior de los colegios. Según informes de su implementación, publicados por el Ministerio de Salud, los niveles de cumplimiento de esta normativa superan el 75% (2018). Sin embargo, el Minsal reconoce que esta norma no se hace cargo de lo que ocurre en el entorno de los establecimientos.
Qué pasa en Chile
El senador Guido Girardi es uno de los legisladores más involucrados en el tema impulsando cambios a la ley de etiquetados para restringir el acceso de comida chatarra a los niños. Sin embargo, pese a la implementación de las políticas contra la obesidad y sobrepeso, sigue siendo crítico respecto a la situación en Chile
“Chile es un laboratorio abusivo del neocapitalismo donde los alimentos no saludables marcan la tendencia mundial“, dice Girardi a EL DÍNAMO. Según explica, la población más pobre va a continuar engordando hasta llegar a índices de obesidad al tener facilidades de acceso a la comida chatarra, situación que ocurre en Chile con los sectores más vulnerables presentando mayores índices de sobrepeso y obesidad.
“Estas son tendencias. Una ley no va a disminuir los índices si no hay otras normativas”, agrega, proponiendo como una de las medidas aumentar los impuestos a los alimentos “ALTOS EN”, tal como se hizo con las bebidas azucaradas.
“Esto sería potente para disminuir su consumo. Además, impacta directamente en las poblaciones con menores recursos”, dice el senador.
Girardi también criticó las políticas de alimentación en escolares. Según él, la Junaeb “se ha dedicado a engordar niños” a través de desayunos dos veces al día, incumpliendo con la recomendación de cinco raciones de frutas y verduras al día y con mala calidad de alimentos. Sin embargo, la empresa Merkén SpA, uno de los distribuidores de los alimentos, afirma que estos cumplen con todos los requerimientos nutricionales.
Pero no sólo la comida es un factor: el médico de profesión explica que la actividad física es otro de los aspectos a considerar si se quieren bajar los índices de obesidad y sobrepeso, más considerando que 66,2% dice no realizar actividad física, por lo que emplaza a las políticas públicas locales.
Imagen: Elige Vivir Sano
“Las ciudades están hechas para los autos y no para las personas. Los alcaldes están más preocupados en tapar hoyos en las calles que hoyos en las veredas. Lo que falta en Chile es poner luminarias, áreas verdes, para que las personas puedan caminar y hacer actividad física”, indica.
Guirardi afirma que es necesario fomentar un mayor consumo de agua. “Hay buena agua en Chile y se toma poco. Hay que considerar que Chile tiene uno de los mayores consumos de alcohol, el que se transforma en azúcar”, recuerda el legislador, concluyendo que se deben aplicar “un ecosistema de medidas, porque una ley no basta“.
Salud mental
Cecilia Sepúlveda, académica de la Escuela de Nutrición de la Universidad Mayor y presidenta del Colegio de Nutricionistas Universitarios, agrega otro factor que puede ser relevante al momento de evaluar los índices de sobrepeso y obesidad: la angustia y depresión.
La especialista aseguró a EL DÍNAMO que “para ver un impacto, las leyes demoran. Podríamos ver efectos en cinco años, pero creo que apuntan solo a algunos factores que influyen en la obesidad”.
“Una cosa que pasó con la ley de etiquetado es que las personas reconocen si un alimento es bueno o malo, pero lo comen igual a pesar de saber que les influye en el peso. Entonces, te bombardean con ‘come saludable’, pero no se incentiva el autocuidado. Va más allá de decir ‘comer sano hace bien’ sino decir por qué comer sano hace bien”, agrega.
En esa línea, recuerda que los trastornos del ánimo también han ido en aumento, lo que se puede relacionar con los índices de sobrepeso y obesidad, lo que a su vez se puede ligar con los altos índices de consumo de alcohol en la sociedad. “Lo preocupante es el consumo en sí mismo. Somos adictos al alcohol, somos adictos a la comida. Hay mucha población con trastornos ansiosos, con depresión, y tenemos que preguntarnos qué está pasando con nosotros como sociedad que necesitamos evadirnos a través de la comida y el alcohol de los que nos pasa día a día”, explica.
Respecto a las políticas públicas, Sepúlveda recalca que éstas son “un piso” que debe estar en coordinación. “La política pública tiene que abarcar a todos los ministerios”, dice, preguntándose si en Chile existe una real coherencia en las distintas iniciativas gubernamentales para mejorar la calidad de vida.