Cómo se gestó la carta “por la democracia” de 89 militantes del Partido Socialista
En la misiva, los firmantes exponen que el clima de caos puede derivar a un régimen totalitario que busque "pacificar Chile". Reconocen que la violencia responden a grupos organizados que buscan desestabilizar en estado de derecho.
“Chile, con todos sus límites e imperfecciones, es una república democrática“. De esta forma comienza una declaración firmada por 89 militantes del Partido Socialista (PS) llamada “Por la democracia”, carta abierta en donde aseguran que “nuestra democracia está en riesgo”.
Con nombres como José Miguel Insulza, Ricardo Núñez y José Antonio Viera Gallo, la iniciativa nació primero con el encuentro de unos 10 militantes del Partido Socialista. Así lo contó a EL DÍNAMO Fredy Cancino, uno de los gestores de la iniciativa.
Según relató, la “vieja guardia” del partido se reunió ante la inquietud por lo que podría pasar en Chile ante un “clima de caos y destrucción”. Esto tomando como base lo ocurrido durante la Unidad Popular, donde -según el diagnóstico realizado- los líderes políticos no se dieron cuenta que se dirigían a un clima de conflicto que terminó con el Golpe de Estado de 1973. “Eso nos da una perspectiva más serena para enfrentar la adversidad“, reconoce Cancino, explicando que la experiencia vivida en dictadura fue un aprendizaje para prevenir una situación similar en Chile.
De a poco fueron juntando firmas, las que de acuerdo a Cancino siguen sumándose. El gestor de la propuesta aclara que esto “no es del partido, sino que una iniciativa de personas“, aunque desestimó que esta carta pueda generar alguna molestia al interior del PS, agregando además que cualquier militante de otro partido que adscriba a lo escrito en la declaración puede suscribir al documento.
Violencia y estado de Derecho
El primer punto de la declaración afirma que “en estos difíciles momentos hay quienes, de buena fe o movidos por radicalizadas e interesadas visiones, propagan la idea de que en Chile no hay democracia, lesionando la cohesión social y sembrando la desconfianza en torno a este noble valor”.
“No solo, también ofenden a toda una generación de hombres y mujeres que lucharon, a costa de sus vidas, seguridades y libertades, por terminar la dictadura de 17 años y recuperar el preciado bien de la democracia”, agregan.
En esa línea, afirman que en estas semanas se han visto tres Chile: “Aquel de los millones de personas que han marchado y se han manifestado pacífica y civilmente” y un “Chile que observa con preocupación la crisis y el caos y que en algún momento hará oír su voz, la que deberá ser democráticamente escuchada”.
“Pero hay también minorías, que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a ciega destrucción, al vandalismo y al pillaje. En estas minorías coexisten lumpen y sectores marginados, bandas criminales ligadas principalmente al narcotráfico, y grupos extremistas y antisistémicos, altamente ideologizados y organizados en torno a un único objetivo: destruir las instituciones públicas y privadas y arrasar con el Estado de derecho y la democracia chilena”.
Los socialistas firmantes aseguran que los casos de violencia “dan cuenta de los blancos de una furia irracional, pero también de los objetivos de un fanatismo ideológico que ataca directamente al Estado de derecho democrático, la única y poderosa protección de las personas e instituciones frente al despotismo, la barbarie o la tiranía”.
“El clima propicio ha sido creado, ya desde hace tiempo, por el odio y la intolerancia hacia quien piensa distinto (…) La izquierda democrática debe emprender una decidida batalla ideológica, cultural y política contra esta amenaza que puede pavimentar el camino a una respuesta de toda otra índole: la instauración por las armas de un régimen dictatorial que ‘pacifique’ un Chile arrasado e inerme ante una guerra alimentada por los dos extremos del espectro político”, explican.
Añaden que “la lucidez política y social que tuvimos para luchar y terminar con la dictadura, debemos levantarla nuevamente para conjurar el peligro que la inmensa mayoría del pueblo no desea. Sin ambigüedades, ni menos justificaciones”.
Defensa de los Derechos Humanos
En la declaración, los militantes del PS también se refieren a los casos de violencia policial, afirmando que “junto a este preocupante cuadro se levanta el panorama de los atropellos a los derechos humanos, a la vida y a la integridad física de miles de chilenas y chilenos que, ejerciendo su derecho de manifestación y protesta civil y pacífica, han perdido la vida, han sido heridos o maltratados por el poder disuasivo que desempeñan Carabineros de Chile y FF.AA. en estado de emergencia”.
“Comprendemos el humano malestar de Carabineros por los numerosos efectivos heridos y por la agobiante y riesgosa labor que deben cumplir en este mes de caos y devastación, pero no podemos justificar la coacción excesiva de algunas acciones denunciadas, ni la violación a los protocoles policiales en la contención de la violencia”, expresaron, condenando este tipo de hechos: “Los sufrimientos en dictadura no pueden ni deben ser replicados en estos episodios que enlodan gravemente la democracia chilena”.
Acuerdo constitucional
El acuerdo suscrito el viernes 15 por la mayoría de los partidos de Chile Vamos y gran parte de la oposición también fue valorado por los militantes del PS. “Da una respuesta viable y democrática al evidente clamor ciudadano que exigía un pacto social que inaugurase una nueva época para Chile, traducido en el itinerario base para avanzar hacia una nueva Constitución, hecha en democracia y con los instrumentos de la democracia”, dijeron.
“La UDI aceptó sepultar la Constitución ideada en dictadura por su fundador, y partidos del Frente Amplio desecharon la postura del todo o nada”, destacaron, afirmando que “nada de este histórico acuerdo habría sido posible sin la pacífica movilización y presiones de millones de chilenas y chilenos. Son ellos los verdaderos ganadores de este pacto por un Chile distinto y mejor”.
“Habrá que resolver muchos problemas prácticos, metodologías y maneras de llegar a buen final. Habrá que desatar muchos nudos que hoy parecen imposibles, habrá que derrotar el pesimismo y el escepticismo egoísta de quienes, en los dos extremos, desean hacer fracasar este camino y seguir el camino de la fuerza y la destrucción. Al final, la inmensa mayoría de chilenas y chilenos nos sentiremos orgullosos de lo que habremos construido”, concluye la misiva de los militantes del PS.