Mega sequía en Chile: la crisis olvidada
El ministro Walker destacó la relevancia del problema en el mundo agrícola. "Estamos enfrentando la sequía más grande de la historia de Chile, un terremoto silencioso", señaló.
Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas, y su par de Agricultura, Antonio Walker, dieron un punto de prensa este jueves para dar cuenta de los graves efectos de la mega sequía que afecta el país y anunciaron nuevas medidas para paliar sus consecuencias, una situación que ha quedado en segundo plano de cara a la crisis social que se desató el pasado 18 de octubre
Y es que son 11 años consecutivos con precipitaciones bajo lo normal y terminando un 2019 extraordinariamente seco. Esta situación, inédita en el país, ha evolucionado rápidamente, pasando en poco tiempo de una situación crítica a una aún peor, que está generando una reducción acelerada de la disponibilidad hídrica y a la que se han sumado fenómenos de altas temperaturas sin precedentes en la historia nacional.
“La gravedad de esta situación requiere implementar nuevas medidas a las ya ejecutadas y desplegar una campaña que ayude a tomar conciencia de la urgencia de cambiar nuestra manera de consumir agua”. Así lo dieron a conocer Moreno y Walker en La Moneda.
“El año 2019 es el año con menores precipitaciones en la historia desde que se tiene registro. Esto en los últimos meses se ha agudizado”, afirmó el ministro de Obras Públicas.
En tanto, el ministro Walker destacó la relevancia de la mega sequía en el mundo agrícola. “Estamos enfrentando la sequía más grande de la historia de Chile, un terremoto silencioso. Tenemos que enfrentar una de las temporadas más difíciles para la agricultura”, indicó
El año 2019 ha sido un año extremadamente seco en comparación a la última década, siendo el abastecimiento de agua potable en zonas rurales, el de las ciudades y el sector agrícola los tres sectores más afectados:
- Entre las regiones de Atacama y Maule, las precipitaciones acumuladas a noviembre presentan déficits entre 97% y 66%, con un promedio de 75%.
- El agua caída el 2019 en esta zona es menos de la mitad que las precipitaciones del año 2018.
- En la Región Metropolitana, el 2019 es el undécimo año consecutivo con precipitación bajo el promedio histórico.
- Los caudales en los ríos presentan la misma tendencia a la baja:
- A noviembre, todos los ríos entre el Huasco y el Maule registran caudales bajo el promedio y varios están bajo sus mínimos históricos (Aconcagua, Mapocho, Cachapoal y Maule, entre otros).
- El río Aconcagua tiene menos de la mitad del caudal que el año pasado a esta misma fecha.
- Entre noviembre de 2018 y 2019 el caudal del Mapocho disminuyó en un 63%, lo que corresponde al caudal más bajo de los últimos 30 años.
- El volumen almacenado en embalses de agua potable también se encuentra en una situación crítica:
- En total, los embalses El Yeso, Aromos y Peñuelas almacenan solo un 21% de su capacidad, menos de un tercio del volumen promedio almacenado a la fecha.
En este contexto, el titular del MOP adelantó gestiones para aminorar el consumo global del recurso hídrico en el país. “Hemos iniciado conversaciones con los grandes consumidores, particularmente municipalidades y empresas, para que reduzcan su consumo en al menos un 10%. Necesitamos que todos nos comprometamos para cuidar nuestra agua y adaptarnos a esta nueva realidad”, dijo.
Adicionalmente, el Plan de Reactivación Económica que anunció hace algunas semanas el ministro Ignacio Briones, aporta US$ 200 millones para sistemas de APR y nuevos caminos básicos. Esto se suma a los $345.000 millones para agua potable rural que está presupuestado gastar en el período de gobierno y que permitirá construir 169 nuevos sistemas y ampliar y mejorar otros 254 sistemas.
Las empresas sanitarias han comprometido obras para enfrentar la mega sequía por US$ 700 millones para los próximos 5 años, dentro de las que se incluyen la incorporación de nuevas fuentes de agua cruda (desalinización, pozos), ampliación de capacidad de producción de agua potable y obras para reducir las pérdidas.
Además, la Superintendencia de Servicios Sanitarios ha exigido a las sanitarias adelantar obras como:
La conducción Aromos-Concón, obra reversible que permitirá asegurar el suministro al Gran Valparaíso hasta el año 2040, por una inversión de US$ 36 millones.
En Santiago, la construcción de más de 30 pozos profundos; la ampliación de la Planta de producción de agua potable Padre Hurtado al doble de su capacidad, por US$ 37 millones; y el refuerzo de obras de interconexión de las matrices de agua potable de Aguas Andinas, Aguas Manquehue y Aguas Cordillera.