Seremi de Salud RM advirtió riesgos por el uso de flotadores
Las estadísticas registran que cerca de 12 menores de 15 años se ahogan en promedio cada año en la Región Metropolitana.
La seremi de Salud Metropolitana, Rosa Oyarce, fiscalizó flotadores en 2 locales comerciales del Barrio Meiggs, oportunidad en la que constató deficiencias en el rotulado de los productos que se vendían y advirtió sobre los riesgos que implican su uso incorrecto, además de entregar recomendaciones para optar por los más seguros.
Esto debido a que las estadísticas registran que cerca de 12 menores de 15 años se ahogan en promedio cada año en la Región Metropolitana.
“En época estival debemos tener especial precaución en la utilización de flotadores en los más pequeños, ya que hay algunos que no cumplen con las normas de seguridad y se dan vuelta en el agua, provocando accidentes si no existe la supervisión de un adulto”, indicó Oyarce.
La autoridad explicó que “los flotadores no son un elemento de salvataje ni de seguridad; son juguetes que se utilizan con un fin lúdico, donde los niños y niñas los manipulan en piscinas, mar o lago para refrescarse. De ahí el llamado a que siempre un adulto responsable esté vigilando el baño, aunque el menor use alguno de estos dispositivos de flotación o sepa nadar, ya que, al volcarse, poseen la capacidad por sí mismo de darse vuelta”.
Tras la fiscalización, la seremi de Salud retuvo alrededor de 1000 artículos irregulares: flotadores, alitas y botes inflables, que no cumplían con la normativa, debido a que no informaban los riesgos del producto y sus condiciones de uso o su rotulación estaba en un idioma que no era el español.
“Para evitar accidentes es fundamental que los niños estén bajo la supervisión de un adulto en forma permanente. El 84% de los ahogamientos ocurren por una supervisión inadecuada por parte de los padres o apoderados”, manifestó Oyarce.
También puntualizó que “los accidentes se pueden producir en forma muy rápida, porque para que un menor se ahogue sólo se necesitan 27 segundos de sumersión y cinco centímetros de agua. Muchas veces los flotadores proporcionan una falsa sensación de seguridad, sin embargo, estos elementos no son efectivos a la hora de evitar una desgracia”.
Oyarce señaló además que “los flotadores pueden pincharse, romperse o facilitar accidentes, especialmente los flotadores tipo rosca, ya que la mezcla de agua y bloqueador en el cuerpo del niño genera un jaboncillo que provoca que los menores resbalen, quedando completamente sumergidos en el agua”.