Quejas y arrepentimiento: las cartas de Rafael Garay a Gendarmería
En los escritos el condenado por estafa contó detalles inéditos de su vida en prisión, como que nunca perdió el contacto con su pareja y que se acercó a la comunidad evangélica.
Un año y siete meses alcanzó a estar Rafael Garay en el anexo cárcel Capitán Yáber antes de que la Corte Suprema decidió otorgarle la libertad condicional. Durante ese tiempo recluido, Garay escribió varias cartas a Gendarmería para optar a algún tipo de beneficio intrapenitenciario, todos los que fueron rechazados.
En los documentos, que fueron revelados por La Segunda, se puede leer a un arrepentido Rafael Garay, contando algunos episodios humillantes que vivió en la cárcel, cómo se contactó con su pareja y el acercamiento que tuvo con el mundo evangélico, así como también con sus víctimas.
Las misivas fueron escritas de puño y letra por Garay, quien sólo habría usado mayúsculas y no puso ninguna tilde. La mayoría de ellas se enviaron en 2019, pero también a principios de este año se le vio bastante activo.
A modo de denuncia, el ex panelista e invitado de varios programas de televisión acusó que su gestora de caso, quien estuvo encargada del programa de reinserción de Garay, se habría burlado de su figura y lo que él representa.
Por ejemplo, en la primera de sus cartas escribió que antes de iniciar la entrevista, su gestora de caso le habría dicho que nunca le entregaría un informe favorable porque “debido a la connotación pública de mi caso, y que en su opinión, por ser Rafael Garay, yo debía cumplir íntegramente mi condena, sin derecho a beneficios penitenciarios y sin poder obtener una salida dominical”.
“El 26 de agosto fue mi tercera entrevista, allí la señorita se dedicó principalmente a burlarse de que antes tenía recursos y salía en TV, pero que era un simple mozo que limpiaba pisos y mueve tachos de basura. Al respecto debo decir que lejos de sentirme humillado, me siento feliz y agradecido de la oportunidad que me da Gendarmería de Chile de ser jornal no remunerado en Capitán Yáber”, agregó en noviembre del año pasado.
Arrepentimiento
Para mostrar su arrepentimiento, Rafael Garay contó en las cartas a Gendarmería algunos detalles de su estancia en la cárcel, como que, pese a la distancia, mantuvo una relación con su pareja y madre de su único hijo. La mujer lo habría ido a visitar, “gracias a la conyugal”, en varias ocasiones.
También destacó que durante los últimos seis meses en prisión comenzó a estudiar para su tesis doctoral del Programa de Doctorado en Derecho y Administración de Empresas en la Universidad de Lleida, en España.
En paralelo, el autodenominado economista se vinculó fuertemente con la comunidad evangélica de la prisión. Específicamente, con la Capellanía Nacional Evangélica de Gendarmería y el pastor Fredy Bravo, quien “me ha permitido ahondar en temas de gran importancia en este proceso, como la familia, el correcto proceder y la culpa”.
Por último, Garay reveló que, además de las dirigidas a Gendarmería, escribió otras cartas para sus víctimas donde les volvió a pedir disculpar y aseguró que “voy a utilizar la recaudación por ventas de derechos de mi libro para reparar, al menos en parte, el daño que causé”.
“Comprometo mi máximo esfuerzo para reparar el mal causado, que es el que se puede reparar, porque en mi opinión el daño personal y la desilusión es irreparable”, concluyó Rafael Garay.