Cáncer en cuarentena: el dolor en los pacientes podría aumentar por el encierro y la angustia
Especialistas señalaron que la soledad y la falta de atención debido a la crisis está afectando la calidad de vida de las personas que están pasando por una etapa avanzada de la enfermedad.
La pandemia del coronavirus agudizó una de las crisis que el sistema sanitario chileno mantiene desde hace tiempo, y que afecta a miles de pacientes que sufren cáncer.
De acuerdo con el Plan Nacional del Cáncer 2018-2028, cada año mueren más personas por la enfermedad, y se espera que hacia el año 2023 sea la primera causa de muerte en el país. Las dificultades vividas durante los últimos meses harían que todo sea más complicado.
Uno de los problemas que más afecta la calidad de vida de estos pacientes es el dolor oncológico, que se origina como producto de la enfermedad y que se estima se presenta en un 30% de los pacientes en el momento del diagnóstico y en el 90% en estadios avanzados del cáncer. Además, tiene una gran incidencia en algunos tipos de cáncer como son el pancreático, óseo/muscular, cerebral, cabeza y cuello, pulmonar, colorrectal, entre otros.
Especialistas en el área oncológica plantean que este malestar físico generado por el cáncer se ha agudizado debido a la pandemia del coronavirus, considerando factores directamente sanitarios, pero también psicológicos.
La compañía en el dolor
Carolina Valdebenito, presidenta de la Sociedad Médica Chilena de Cuidados Paliativos, afirmó que durante los últimos meses se han observado algunas complicaciones en los enfermos que están pasando por etapas terminales de su enfermedad, quienes ven con angustia cómo sus últimos días de vida pasan en medio del temor generado por el COVID-19.
“Cuando un paciente tiene dolor, esta sensación puede verse aumentada por no tener a un familiar cerca, algún tipo de contención. Muchas veces esto deriva en otros malestares como vómitos, mareos y otros síntomas”, señaló la médica a EL DÍNAMO.
La angustia también es otro factor, ya que los enfermos de cáncer son parte del grupo más vulnerable ante el contagio con coronavirus.
“Cada paciente es un mundo particular, pero hay varias señales de problemas que son más generales. Muchos piensan que se pueden enfermar, que sus familiares pueden contagiarse, entonces ellos lo pasan muy mal”, añadió la profesional.
Temor a la atención
El Ministerio de Salud señaló que luego de superar el peak de la pandemia el país enfrentará una “cuarta ola”, la que implicará la llegada masiva de pacientes que postergaron todos sus tratamientos por sus enfermedades crónicas, entre ellos el cáncer.
En ese sentido, Valdebenito afirmó que muchas personas que sintieron dolor no llegaron a los centros asistenciales por el miedo a contagiarse. “Eso es muy complicado, porque se dejaron de lado muchas cosas, y el dolor es algo que no se puede tolerar”, precisó.
“Una de las mayores dificultades ha sido mantener las quimioterapias con el distanciamiento social. Ahí el equipo de trabajo ha debido trabajar el doble para la atención”, añadió.
Uno de los temores que tienen los oncólogos es que debido a esta pausa en la atención habitual muchos enfermos que tenían malestares iniciales de un cáncer terminen con una enfermedad mucho más avanzada, lo que complicaría su tratamiento y aumentaría las posibilidades de fallecer.
El respaldo hasta el final
En muchos casos, el dolor en el cáncer es señal de que el paciente está en una etapa terminal, en donde la calidad de vida es un aspecto fundamental. El coronavirus ha afectado todo este proceso de compañía constante, que es fundamental tanto para el paciente como para su entorno.
“La compañía es algo clave. Hemos logrado que muchos centros asistenciales tengan tablets para que los pacientes puedan conectarse con sus familias. Hay que considerar que las personas en fases terminales pueden sentir, pueden escuchar, por lo que necesitan enfrentar este proceso en compañía de alguien”, expresó.
Valdebenito reconoció que todo esto continuará de esta manera hasta que no se encuentre una vacuna que permita controlar los brotes de COVID-19, por lo que también invitó a los profesionales de la salud a seguir acompañando a los enfermos.
“Se puede estar al lado de ellos, con la distancia y las medidas sanitarias correspondientes, y tomar su mano con guantes. Ese es un gesto importante para sentir un apoyo en la parte final de la vida“, concluyó la especialista.