Esval: déficit de lluvias en la región de Valparaíso bordea el 100%
Ciudades como Viña del Mar, Valparaíso o San Antonio todavía no registran precipitaciones en lo que va de 2022.
Esval dio a conocer el balance hídrico del primer trimestre del presente año, con el registro de agua caída a la fecha, acumulación de nieve en la cordillera y volumen de los principales embalses.
La prolongada sequía que afecta a la región de Valparaíso hace más de 13 años continúa agudizando el déficit de lluvias, que ya bordea el 100% en promedio, con algunas ciudades como Viña del Mar, Valparaíso o San Antonio, donde todavía no se han registrado precipitaciones en lo que va de 2022.
Por otro lado, la nieve acumulada en la estación de Portillo mantiene una baja del 98% respecto a un año normal a la fecha.
En cuanto al nivel de agua embalsada, Los Aromos alcanza un 31% de su volumen total, con alrededor de 11 millones de metros cúbicos acumulados, lo que permite brindar seguridad hídrica por los próximos meses para el suministro de agua potable de más de 1 millón de habitantes del Gran Valparaíso, el Litoral Norte y La Ligua.
El Tranque La Luz registra poco más del 56% de acumulación -con más de 3 millones de m3 embalsados, mientras que Peñuelas sólo alcanza los 5.500 m3 (menos del 0,01% de su capacidad).
Debido a este complejo escenario, el gerente regional de Esval, Alejandro Salas, reiteró la importancia de tomar conciencia sobre el complejo escenario y realizar un uso racional del recurso hídrico.
“La condición hídrica en nuestra región sigue siendo crítica, tenemos menos deshielos y el año pasado sólo tuvimos tres días de lluvias durante el invierno. Gracias a las obras e inversiones realizadas, y el trabajo con las autoridades, juntas de Vigilancia, el esfuerzo de los agricultores de la cuenca del Aconcagua y diversos actores, podemos seguir brindando un suministro continuo a todos nuestros clientes”, señaló.
Por otra parte, expresó que “hoy más que nunca, es fundamental hacer un consumo responsable del agua, por lo que el llamado es tanto a los usuarios domiciliarios que nunca se han visto afectados por un corte de suministro por la falta de agua en las fuentes, como también a los distintos usuarios de la cuenca del Aconcagua, a realizar un uso racional con la finalidad de seguir disponiendo de este escaso recurso”.