Serían más de 10 víctimas: aumentan las denuncias de abuso sexual contra Felipe Berríos
Juan Pablo Hermosilla, abogado de la Fundación para la Confianza, dijo que los hechos habrían ocurrido en todos los contextos en que el sacerdote trabajó.
A más de un mes de la primera denuncia por abuso sexual contra el sacerdote jesuita Felipe Berríos, se dieron a conocer nuevos antecedentes que incluirían una decena de nuevas víctimas.
Un reportaje de CHV Noticias dio a conocer detalles que dan cuenta de un segundo caso de abuso y la existencia de más de 10 víctimas que habrían sufrido abusos de connotación sexual cometidos por el reconocido sacerdote jesuita, quien también es fundador de Un techo para Chile.
Juan Pablo Hermosilla, abogado de la Fundación para la Confianza, organización encargada de recibir los testimonios, dijo que “hasta el momento, yo diría que (los hechos habrían sucedido) en todos los contextos que él trabajaba”.
En relación a la primera denuncia contra Berríos, Hermosilla señaló que “en su calidad de sacerdote, él aprovecha esa asimetría de poder que hay en ese momento con esta chica (…) Lo que ella describe son tocamientos y son cuestiones propias del delito de abuso sexual”.
“Ella es católica, profundamente católica, profundamente creyente. Entonces, ella le quiere dar la oportunidad a la Iglesia de investigar en forma profunda y transparente”, agregó.
Junto a ello, el reportaje incluyó el testimonio de Marcela Aranda, víctima del cura Renato Poblete, quien conversó con una de las denunciantes y dijo que “la vi muy angustiada, por haber vivido esta situación tan terrible. No es solo relato, sino que ella es una persona muy buena y seria, y yo le creo a ella que aquí hubo abusos por parte del sacerdote jesuita Felipe Berríos”.
“Yo lo que percibí fue el dolor en ella. Eso que se reflejaba en su rostro, esta angustia de haber vivido esta experiencia tan traumática (…) A mí me pareció, al final de cuenta, de que su relato es completamente creíble”, añadió.
Según la información, la mujer hoy es mayor de edad y los hechos habrían ocurrido cuando tenía 14 años.
“Hay similitudes (entre mi caso y el de la denunciante) sobre todo en la gravedad de los hechos (…) por eso, yo admiro la valentía de la denunciante”, indicó Aranda.
“Ella ha tenido depresiones, angustia, de tal manera que hace mucho tiempo -muy tempranamente en su juventud- tuvo que recurrir a terapias sin saber cuál era la causa de lo que le estaba ocurriendo. Eso hizo que por muchos años ella no recordara lo que le estaba ocurriendo”, agregó.
Cabe recalcar que las denuncias, las cuales describen tocamientos y delitos propios del abuso sexual, se han realizado de forma canónica y no en los tribunales ordinarios de justicia.