Poder Judicial denuncia torturas y extorsiones de extranjeros a reos primerizos en prisión preventiva
El juez del Primer Juzgado de Garantía de Santiago dio cuenta que grupos de detenidos extranjeros golpean y extorsionan a los detenidos primerizos para pedir dinero a sus familiares.
El juez del Primer Juzgado de Garantía de Santiago Fernando Guzmán Fuenzalida realizó una visita extraordinaria no anunciada al Complejo Penitenciario Santiago I, tras recibir una serie de denuncias de torturas y extorsiones sufridas por reos primerizos que permanecen en prisión preventiva.
El magistrado dio cuenta que las dependencias ocupadas por las personas en prisión preventiva sin antecedentes anteriores están ocupadas en cerca del 60% por extranjeros.
En el lugar, el juez Guzmán se entrevistó con un imputado chileno que, en prisión preventiva, presentó un amparo ante el tribunal. En la conversación “ratificó la presentación de su abogado defensor, agregando que permaneció ocho días en el módulo 14 de cuarentena, hasta el día 20 de junio, alrededor del mediodía, siendo trasladado al módulo 34, donde estuvo hasta alrededor de las 21:30 horas”.
“En el módulo 34 se encontró con muchos extranjeros, entre los cuales diez a quince dominicanos y/o colombianos de raza negra lo recibieron a agresiones verbales tratando de obligarlo mediante empujones a que ingresara al sector de las duchas (sin visión de cámaras de seguridad), logrando resistirse y arrancar del grupo, los que le quitaron una frazada y utensilios”.
Como consecuencia de lo anterior “funcionarios de Gendarmería lo llevaron a una celda de aislado con tres personas más. Luego fue trasladado al módulo 88, lugar en que indica haber sido nuevamente amenazado, pero por un grupo de chilenos. Lo empujaron hasta el fondo del recinto, procediendo a sacarle sus ropas (lo dejaron en calzoncillos y toalla) para fotografiarlo, exigiéndole los números telefónicos de sus familiares para enviarles, vía WhatsApp, audios y fotos, y pedirles dinero a cambio de no agredirlo. Empezaron pidiendo entre $30.000 y $50.000 al día”.
En su informe, el juez del Primer Juzgado de Garantía de Santiago relató que al continuar con su recorrido “ingresó al módulo 88 -completamente saturado de imputados y en condiciones insalubres-, sorprendiendo infraganti a un grupo aproximado de diez internos que en un sector cercano al baño desvestían e inspeccionaban las vestimentas del imputado (…). Mientras el suscrito ordenaba que fuera rescatado y llevado por personal de Gendarmería a una sala especial para interrogarlo privadamente, fue directamente amenazado de muerte por varios sujetos que se le acercaron. Por razones de seguridad no quiso entregar mayores antecedentes”.
Respecto a la situación general observada, el juez Guzmán señaló que uno de los aspectos más relevantes es que “hay reconocimiento que la extorsión de extranjeros organizados hacia los imputados primerizos chilenos es una realidad que se extendió durante este año, existiendo denuncias concretas con antecedentes verificables”.
En síntesis, para Guzmán los problemas revelados en la visita son “el hacinamiento del recinto, escasez de personal, puntos ciegos de cámaras de seguridad al interior de los módulos del recinto carcelario, deficientes criterios de clasificación para segregar a los imputados extranjeros, no obstante la gravedad de los delitos y crímenes atribuidos, por desconocer los antecedentes de éstos en sus países de origen; falta de coordinación con países vecinos para acceder a antecedentes penales de inmigrantes, la gran cantidad de teléfonos móviles y droga que son arrojados al establecimiento desde el exterior por terceros, y carencia de tecnología para inhibir señal para teléfonos móviles”.