Cargo de primera dama volvió al debate: ¿es posible reponerlo?
Tras el deceso del ex presidente Sebastián Piñera reflotó la posibilidad de restituir ese cargo, que fue eliminado por Irina Karamanos a fines de 2022.
La posibilidad de restituir el cargo de primera dama es uno de los temas que adquirió notoriedad tras el deceso del ex presidente Sebastián Piñera, dado el papel que su viuda, Cecilia Morel, cumplió en los días siguientes.
Previo al fallecimiento del ex mandatario, el asunto no estaba en la agenda ni pública ni política, pero hoy, sobre todo entre la oposición, es un tema que comenzó a tomar vuelo.
De hecho, de acuerdo con la última encuesta Cadem, el 54% de los consultados se mostró a favor de restaurar dicho cargo que Irina Karamanos eliminó el 31 de diciembre de 2022 tras la asunción de Gabriel Boric como presidente de la República.
No fue por una demanda ciudadana
Ante este resurgimiento del rol que cumple la pareja del presidente en ejercicio, EL DÍNAMO conversó con una experta y con una ex primera dama para conocer sus impresiones sobre la renovada valoración de dicho cargo.
“Entiendo que se intenta abrir una nueva agenda política, pero no me parece que sea una rama que valga la pena abrir para restituir el cargo de primera dama. Hay cosas mucho más relevantes para discutir”, planteó al respecto Narea Palma, académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales.
En conversación con EL DÍNAMO, la docente recordó que “la idea que tenía Irina Karamanos era bastante contra la corriente y no respondió necesariamente a una demanda ciudadana, sino más bien a su propia agenda“.
“El punto central de su propuesta era eliminar una figura que no era electa democráticamente y que efectivamente concentraba una cuota importante de poder y de acceso a recursos”, detalló Palma.
Un concepto con el que no concuerda la ex primera dama Marta Larraechea, quien estima que la eliminación del cargo “es algo pasajero y depende de la persona que vaya a llegar”.
No voy a hablar en contra de Irina, porque es una persona muy amable, muy atenta. Me fue a ver a la casa y conversamos al respecto. Me preguntó sobre las instituciones con las que trabajé, en especial el MIM”, le dijo a EL DÍNAMO la esposa del ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
En todo caso, no dudó en asegurar que “todas las personas que hemos ejercido como primera dama hemos hecho nuestro aporte, hemos puesto nuestro grano de arena“.
¿Es posible restituir el cargo de primera dama?
Consultada sobre la posibilidad de que efectivamente se pueda restituir el cargo, Nerea Palma reconoció que “no lo sé a ciencia cierta, pero me imagino que restituyéndolo a través de un proyecto de ley y volviendo a centralizar las fundaciones que tenía a cargo, en teoría me parece que se podría hacer“.
Desconozco si eso se puede hacer en términos prácticos, pero me imagino que el proyecto ley que quiere presentar Renovación Nacional es uno que tiene contemplado que esto se pueda hacer en la práctica”, manifestó a continuación.
De todas maneras, la académica de la UDP recalcó que “es bastante complejo, porque es más fácil eliminar que crear un cargo que no se elige de manera democrática. Sobre todo en el contexto social y político que estamos actualmente, en el sentido que hay baja confianza en las instituciones políticas. Entonces, no sé si es el mejor momento, a pesar de que hemos tenido primeras damas que han ejercido roles tremendamente relevantes”.
Labor voluntaria
Por su parte, Marta Larraechea planteó que más que establecer una serie de trabajos que debería realizar la primera dama, su labor “debe ser voluntaria. Es como cuando te casas y tienes muchas cosas en común con tu marido, que en este caso es ayudar a los que tienen menos. Es algo que conlleva un matrimonio”.
Recordó que “para construir el Museo Interactivo Mirador (MIM) acudí a las empresas privadas, las que nos apoyaron con muchos recursos, al igual que el gobierno”.
En tanto, Narea Palma concluyó reforzando su visión en cuanto a que “se ha avanzado en la dirección correcta respecto de no tener la figura de primera dama. Principalmente porque es un cargo no electo democráticamente y pone el rol de la mujer como acompañante. Incluso en el caso de que fuera un hombre, es básicamente lo mismo“.