
Maya Fernández, ex ministra de Defensa, compareció en marzo pasado ante el fiscal Patricio Cooper como imputada en la investigación por eventual tráfico de influencias en la fallida compraventa de la casa de Salvador Allende en Guardia Vieja.
La otrora secretaria de Estado indicó que conoció del interés del Ejecutivo de adquirir la propiedad a fines de 2022 y principios de 2023 a través de su tía, la entonces senadora Isabel Allende.
“Me comenta que en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe militar había una idea del Ejecutivo de adquirir la casa para convertirla en un museo”, expresó Fernández, quien agregó que Allende le comentó que se había “aprobado en la Ley de Presupuesto la compra de dos inmuebles”.
En esta línea, la ex ministra de Defensa descartó haber ejercido presiones para que se concretara la operación, ya que “Felipe Vio (abogado) nos informaba indistintamente a todos en la familia a medida que el Ministerio de Bienes Nacionales requería documentación”.
Junto con ello, negó participar en las reuniones de los ministerios de Bienes Nacionales y Cultura por la compra de la casa de Guardia Vieja y que tampoco estaba en conocimiento de la propuesta de administración desarrollada por Vio y Genaro Cuadros.
Maya Fernández además sostuvo que no fue parte de ninguna fase del proceso de compra de la vivienda y que no sabía de la prohibición constitucional de celebrar contratos con el Estado, consignó Emol.
“Lo único que tuve como información fue que podía producirse un tema comunicacional por la figura de mi abuelo y que de ello se haría cargo la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno. De hecho, esta compra siempre se hizo pública y fue la propia secretaria de Comunicaciones que anunció la compra de ambas casas”, detalló.
Fernández indicó que tomó conocimiento de la polémica el pasado 2 de enero y que se comunicó con Isabel Allende para conocer los antecedentes.