Economía 2020: ¿Década perdida o ganada?
Para Joseph Ramos, estos últimos 10 años han estado marcados por una productividad y desempeño económico muy modestos.
El año 2010 le daba la bienvenida a la nueva década de forma abrupta, tras producirse a las 03:34 horas del 27 de febrero un terremoto de magnitud 8.8 y un posterior tsunami en la zona centro-sur del país.
Este trágico suceso, que tuvo graves consecuencias en cientos de vidas y generó réplicas tanto a nivel político como social, impulsó a su vez un importante crecimiento económico. “El terremoto produjo un fuerte incremento de inversión pública en infraestructura y eso también aceleró el crecimiento”, explicó el economista y académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, a EL DÍNAMO.
De esta manera, la economía chilena cerraba 2010 con un crecimiento de un 5,2%, dejando atrás los bajos resultados obtenidos en 2009, donde se registró una contracción de un 1,5%.
El fantasma de la desaceleración
Pese a las mejores cifras alcanzadas en 2010, lo cierto es que Chile atravesaba un proceso de desaceleración de la productividad desde 2005, el cual no ha sido posible revertir a lo largo de esta década.
En esa línea, el economista afirmó que esto se debería, en parte, a la falta de una política fuerte y proactiva en términos de copiar las mejores prácticas internacionales. Por ejemplo, “ha faltado, a mi modo de ver, una política agresiva del Gobierno de llevar a miles de ingenieros, empresarios, pequeñas y medianas empresas a visitar fábricas para conocer mejores prácticas en el exterior”.
A ello, se sumarían también aspectos asociados a las regulaciones; a la modernización del Estado, que es un tema “al debe”; al aprovechamiento de los recursos naturales, no sólo en términos de extracción, sino que en la fase de procesamiento, y el capital humano, entre otros factores.
El académico de la Universidad de Chile recalcó que no pasa tanto “por la cantidad de educación que recibimos, porque eso ha ido aumentando, sino por la pobre calidad. La calidad de educación en Chile, la educación pública sea subvencionada o pública es mediocre. Realmente hay mucho que se tiene que hacer ahí, mientras no se haga de nuevo eso incide sobre la productividad”.
Las políticas y sucesos que marcaron el curso de esta década
El 11 de marzo de 2014 Michelle Bachelet daba inicio a su segundo período como Presidenta de la República y, con ello, también movía el foco desde el crecimiento económico hacia la equidad, según Ramos.
“El tema distributivo pasó a ser un tema central y, a mi modo de ver, mal abordado”, explicó el economista, quien definió a esta como una de las políticas que marcó el curso de esta última década.
En ese sentido, y a modo de ejemplo, Ramos señala que el énfasis, en materia de educación, estuvo puesto en que “no hubiese copago, no hubiese ganancia, en que no hubiese selección”, potenciando políticas como la gratuidad que, a su juicio, no va en pos de la calidad ni tampoco de los más vulnerables.
“La gratuidad no mejora la calidad, lo que la gratuidad hace es que alivia el costo para las familias, y creo que eso es bueno. Pero resulta que va en contra de la equidad, porque las personas que se gradúan de la universidad, los profesionales, son la gente menos necesitada de ayuda. Entonces, ayudar a los profesionales del futuro financiando su educación, es beneficiar al 25% de la población y no al 75% que no va a la universidad.
Además, y aunque fue la ex Presidenta Bachelet quien creó la Comisión Nacional de Productividad, para el economista los temas de productividad dejaron de ser importantes en este período, generando también un cambio con respecto a lo que se venía haciendo. “No fue el énfasis de su Gobierno y tampoco fue el énfasis que le dio el mundo político”, agregó.
La pandemia del covid-19 desatada en este 2020, también se anota como uno de los hitos que será parte de los relatos de esta década y de los inicios de la próxima, tras provocar un aumento en las cifras de desempleo y una disminución de la productividad a causa de las medidas de confinamiento aplicadas para evitar los contagios.
Sin embargo, y según augura Ramos, se prevé que la economía deje de caer en este último trimestre. “Los pronósticos que se están haciendo es que va a dejar de caer y tal vez suba un 1%, con lo cual el año terminará con una caída en torno al 5,5%”, detalló.
Consultado sobre si, de aprobarse, cuánto incidiría en los resultados de fin de año un segundo retiro del 10% de los ahorros previsionales que manejan las AfPs, el economista afirmó que indudablemente esto se traduciría en un incentivo al gasto.
“Eso, junto con los subsidios a la recontratación, que es un nuevo programa del Gobierno, un fuerte incremento en inversión pública, en obras públicas de infraestructura, así como en vivienda social, hace pensar que la economía se puede reactivar y que se pueda cumplir lo que el Banco Central proyecta de que crezcamos un 4,5% el año que viene, en lugar de caer un 5,5% como este año. Yo creo que todo eso está en la juguera de ese vaticinio relativamente positivo sobre que recuperemos el año que viene un 80% de lo que perdimos este año. Ahora, la parte negativa es que las pensiones, que ya son bajas, serán aún más bajas”, explicó.
Lo que dejan estos 10 años
El fin de este 2020, un año marcado por el Covid-19, también cerrará un ciclo: la década 2010- 2020. ¿Fue una década perdida o ganada en materia de desempeño económico? Para Joseph Ramos, no se puede dar una respuesta en términos binarios.
De todas formas, si se deja fuera la pandemia y sólo se considera entre 2010 y 2019, “tuvimos un desempeño muy modesto, en productividad fue muy modesto, y la productividad es lo que al final eleva el nivel de vida con fuerza”.
“No es perdida, porque si uno dice perdida es porque no pasó nada, y eso es falso. La economía sí creció, aunque creció modestamente, pero no fue cero. Y ganada, porque cualquier cosa sobre cero es ganada, así que fue una década ganada. Pero si yo la comparo con lo que fueron los 20 años anteriores, en ese sentido hubo una significativa desaceleración”, concluyó el economista.