Canciller por críticas a nombramientos de embajadores: “No hay premios de consuelo”
Antonia Urrejola precisó que algunos nombres que han trascendido, como el de Bárbara Figueroa, aún no están oficializados.
La canciller Antonia Urrejola respondió durante este miércoles a las críticas por las primeras designaciones de embajadores, descartando que se traten de “premios de consuelo” para las figuras oficialistas que perdieron elecciones.
Durante el lunes se oficializaron los nombres de ocho representantes diplomáticos, en donde se destacó el nombre de la ex candidata presidencial del Partido Socialista (PS), Paula Narváez, quien fue destinada a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Tras esto surgieron algunos nombres de embajadores políticos designados, entre ellos el de la ex presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, quien sería enviada a Argentina. Luego se informaron los posibles nombramientos de Sebastián Depolo en Brasil, Tucapel Jiménez en Suecia y Javier Velasco en España.
Ante esto, la ministra de Relaciones Exteriores afirmó que “recién se han oficializado el nombramiento de ocho embajadores, cuatro de los cuales son de carrera y cuatro políticos, manteniendo paridad de género, y es cosa de ver los currículum de esas personas nombradas para darse cuenta que ahí no hay ningún premio de consuelo”.
Urrejola comentó además que el presidente Gabriel Boric se comprometió a mantener la práctica de nominar a los embajadores considerando en un 80% a los funcionarios de carrera, dejando el 20% restante a los políticos.
“Vamos a respetar este porcentaje que es un acuerdo no escrito que existe y que en aquellas áreas que sean más sensibles para la política exterior interna que el presidente tenga la oportunidad de nombrar gente más cercana políticamente al proyecto de gobierno, pero siempre buscando personas con capacidades para el cargo y respetando la carrera diplomática”, añadió.
Por los nombres trascendidos en la prensa, la secretaria de Estado aclaró que aún no han sido oficializados ya que están a la espera del acuerdo de los países de destino, planteando además que las filtraciones pueden “dañar la política exterior”.