El reconocimiento de Boric a los 30 años: “Hubo tremendos avances”
El mandatario valoró la labor de los gobiernos posteriores a la dictadura, señalando que “Chile no parte el 2019 ni parte el 2011”.
El presidente Gabriel Boric sorprendió al entregar un reconocimiento a los gobiernos de los últimos 30 años, los que fueron el blanco principal de las críticas durante el estallido social de 2019.
Durante la inauguración del año académico del Instituto de Chile -acto que contó con la presencia del ex presidente Ricardo Lagos-, el mandatario mencionó las múltiples dificultades que enfrentaron las administraciones posteriores a la dictadura, como la inamovilidad del comandante en jefe del Ejército, los senadores designados y los altos quórums para los cambios constitucionales.
“Las leyes de amarre, los quórums supramayoritarios y todo este ordenamiento jurídico significó, desde el punto de vista que nosotros lo vemos hoy, la sobrerrepresentación de los intereses de un sector político y la dificultar la posibilidad de hacer cambios que sean sustantivos, estructurales”, expresó.
Boric mencionó además “esta famosa frase de Jaime Guzmán cuando decía la Constitución debe procurar que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a lo que uno mismo anhelaría. Difícil poder moverse con esa camisa de fuerza. Pero sin embargo se movieron”.
“Quiero hoy como representante de esta generación millennial o como quieran llamarla, decir que en los 30 años famosos hubo mucho movimiento y que Chile no parte el 2019 ni parte el 2011. Chile es un país en el que. desde la recuperación de la democracia, en los últimos 30 años hubo tremendos avances, tremendos avances”, agregó.
El jefe de Estado complementó que “hemos retrocedidos en algunas cosas, pero la reducción de la pobreza, el acceso al consumo, la ampliación de la matricula, son cuestiones que nadie en su sano juicio puede decir que se hizo mal”.
“Se hicieron de formas que quizá a algunos nos hubiese gustado que sean de otra manera. Pero el problema creemos es que se fue asentando y normalizando una crisis de representación cada vez más grande”, cerró.