Habla ex funcionaria de Carlos Miranda, nuevo conservador de Hipotecas: “Él me dijo que no le servía tener una embarazada trabajando”
“En su oficina me dijo, si no quieres firmar el finiquito acá, lo vas a tener que firmar en Tribunales y será más molesto para ti que para mí . Entonces le dije que fuéramos a tribunales, él me demandó para conseguir mi desafuero maternal y poder despedirme (…) Me dijo incluso que era un problema que pidiera permiso para amar a mi hijo”, relató en exclusiva a EL DÍNAMO la asistente social Andrea Toledo , quien trabajó y fue despedida embarazada por el ex notario Miranda Jiménez.
Andrea Toledo tenía 24 años y más de seis meses de embarazo cuando en 2016 fue despedida por el entonces notario de Concepción, Carlos Miranda Jiménez, quien el pasado 6 de septiembre fue nombrado por la ministra de Justicia, Marcela Ríos (CS), como el nuevo encargado de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
“Sentí molestia, sufrí mucho”, relata. La entonces estudiante, hoy asistente social, cuenta a EL DÍNAMO que eso sintió esta semana al leer las declaraciones de su ex jefe Carlos Miranda Jiménez realizó a varios medios señalando que es “la protección de los derechos laborales ha sido y es una preocupación constante” de su parte y que la denuncia en el Juzgado de Letras del Trabajo de Concepción (ROL M-574-2016) era un procedimiento en tribunales para extender esos contratos “justamente protegiendo su embarazo”.
Recuerda que durante los primeros meses de 2016, luego de presentar sus certificados de embarazo, su ex jefe la llamó a su oficina y puso en la mesa su finiquito para que lo firmara. “Me quedaban varios meses de contrato. Entonces el notario me dijo ‘lo firmas acá o lo vas a firmar en tribunales’ (…) hagámoslo así, porque no me sirve tener a una persona embarazada en el trabajo”, relata Andrea Toledo.
Aparte de lo triste y angustiante que fue pasar por este proceso en mi embarazo, en donde llevaron a compañeras de trabajo a testificar en mi contra y a su favor, se me dijo antes del juicio que yo no tenía permiso para ir a mis controles prenatales y que si faltaba tenía que yo asumiría que perdía el día labora remunerado. Tampoco podía ausentarme por horas para ir y volver al control, no se me permitía esto tampoco. Me sacaron de mis funciones y me bajaron a un subterráneo, lo que para mí fue triste en su momento. Mi médico tratante en uno de los controles al que fui luego del trabajo notó los latidos muy acelerados de mi bebé, porque la angustia que viví en ese proceso fue muy grande, por lo que el tuvo que adelantar mi prenatal para terminar mi embarazo tranquila”, resume Andrea Toledo.
Explica que entrega su testimonio para evitar que “otro abuso pase de nuevo, ya que Carlos Miranda Jiménez ahora tendrá más poder”.
“A mí no me sirve tener una persona embarazada en el trabajo”
—¿Cómo recuerda sus días trabajando en la notaría?
—Yo llevaba casi un año trabajando en su notaría y tenía un contrato de plazo fijo de seis meses que me iban renovando cuando se cumplían. Desempeñaba varias funciones porque lo hacía bien, reemplazaba ejecutivos y me encargaban cosas importantes. Cuando presenté en la notaría mis papeles de embarazo, él me saca de mis funciones y me relevan a hacer trabajos inferiores. Poco después, el notario me citó a su oficina y me puso sobre la mesa mi finiquito de trabajo para que se lo firme, aunque me quedaron varios meses de contrato. Entonces, él me dice que lo hagamos así porque a él no le sirve tener una persona embarazada en el trabajo.
—¿Qué pasó entonces?
—Yo le dije que no iba a firmar el finiquito porque aún me quedaba tiempo de contrato. Y ahí él me dijo,‘si no lo quieres firmar acá lo vas a tener que firmar en Tribunales y va a ser más molesto para ti que para mí’. Obviamente así era, él era abogado, era una persona con poder, tenía abogados, yo tenía 24 años. Entonces le dije que fuéramos a tribunales y él me demandó para conseguir mi desafuero maternal y que el tribunal lo autorizara a despedirme estando embarazada.
—¿Cómo recuerda los días posteriores a esa situación en la oficina de Miranda?
—Lo pase muy mal. Estaba muy angustiada. Luego de que presenté mis certificados de embarazo en la notaría, nunca tuve permiso para poder ir a los controles médicos. Si yo iba a un control de embarazo se me descontaba mi día de remunerado y tenía que buscar hora médica para atenderme después de las siete de la tarde y ningún médico atiende un control prenatal desde de las ocho o nueve de la noche. Y ahora él dice en La Tercera que estaba protegiendo a las embarazadas, eso me molestó. Mis compañeras le tenían miedo, ninguna quería llevarle documentos a su oficina.
Situación angustiante
—¿Cómo lo hacía entonces para ir al médico?
—Tenía que ir y perder mi día laboral. No tenía permiso para ir al médico y aparte me tenía en un juicio angustiante. Yo tenía 24 años. Finalmente, después de varios meses, el juez no pidió el desafuero maternal y ayudó a continuar con mi trabajo, con el prenatal y el post natal. Yo no quería ir a la notaría, obviamente por el trato. Una de las tantas veces que salí súper angustiada de la notaría fui al médico y encontré los latidos de mi hijo muy acelerados, porque notó que estaba en una situación muy angustiante , por lo que se adelantó mi prenatal porque me encontré en muy mal estado.
—¿Cómo fue el proceso judicial que entabló a Miranda Jiménez en su contra?
—Recuerdo que fui al juicio con siete meses de embarazo y el notario llevó a mis compañeras de trabajo para declarar en mi contra. Cuando yo gané el juicio, una de ellas me escribió, me pidió disculpas y me dijo que había ido como testigo porque estaba entre la espada y la pared. Yo no hubiera perdido mi trabajo si no hubiera sido mujer y si no hubiese quedado embarazada. Yo llegué a reemplazar a ejecutivos en sus periodos de vacaciones en la notaría porque consideraban bueno mi trabajo. Pero al final, cuando eres mujer, no cuenta hacer bien el trabajo.
“A Carlos Miranda le molestaba que las trabajadoras quedaran embarazadas”
—Se señaló también que los despidos habían sido de mutuo acuerdo…
—Esto no era un despido de mutuo acuerdo como él expresó en un diario hace unos días. Esto no fue para beneficiarme, a él le molest ó que las trabajadoras quedaran embarazadas. A él no le servía una mujer embarazada en el trabajo, me dijo claramente que era un problema que después pidiera permiso para amamantar a mi hijo .Con seis meses de embarazo me costaba subir las escaleras. Yo estaba en un tercer piso y tenía que subir y bajar frecuentemente. Pedí que me cambiaran a la planta baja para hacer mi trabajo y me enviaron a un subterráneo y ahí me relevaron de mis funciones para hacer sólo cosas menores. De trabajar con escrituras y documentos y salir a domicilios a sacar firmas pasé a ordenar papeles básicamente. El ambiente se hizo muy malo, me sacaron de lo que hacía por estar embarazada. Digo esto porque me molesto leer la noticia de La Tercera en donde dice que los desafueros fueron de mutuo acuerdo. Yo no quería perder mi trabajo, nunca me dieron la opción de volver tras mi post natal.
—¿Qué le parece que apareció nombrado por la ministra de Justicia de un Gobierno donde defender los derechos de la mujer es parte de su programa político?
—Yo sufrí mucho por su culpa. Dicen qué hay que defender a la mujer y a los trabajadores, él fue muy injusto conmigo y yo quiero dar este testimonio para que no le pase a nadie más una injusticia así, más aún ahora que llega a un nuevo cargo con más poder. Él dijo en un diario que hizo esto para ayudar a las mujeres. Nunca demandar a una mujer embarazada es para hacerle un favor. Al menos debiera reconocerlo. Mi hijo es sano, gracias a Dios, no gracias a él.