Los debates desconocidos del cónclave: reforma de Salud, entendimiento con la oposición y la descoordinación en regiones

A 72 horas de terminado el cónclave oficialista convocado por el Ministerio del Interior y el Presidente Gabriel Boric para limar asperezas entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad y marcar una hasta junio de 2023, comienzan a conocerse detalles de temas estratégicos menos publicitados tras la cita.

Según enfatizan legisladores asistentes, el conclave sirvió para limar asperezas entre las dos coaliciones y abordar lo que viene para el 2023 con un espíritu unitario y crear un clima de mayor confianza para avanzar en el programa de gobierno.

Y explican que lo anterior  se vio ratificado al lograr la elección de Vlado Mirosevic en la Cámara de Diputados. A juicio de los asistentes, retener la mesa de la instancia fue un triunfo político del oficialismo y del comité político de Boric que fue capaz de alinear los votos. Agregan que con ello se contendrán los intentos de acusaciones constitucionales que podían dispararse en la Cámara de haber perdido la mesa.

Varios de los cerca de 200 asistentes a Cerro Castillo explicaron a EL DINAMO que con un perfil más bajo, aunque más estratégico, pasaron inadvertidos varios temas tratados como pactar una vocería mensual por partido oficialista y la firma un documento de una página como compromiso de mejorar la relación entre bloques.

Entre estos temas se cuentan el envío de una reforma a la Salud al Congreso antes del 31 de marzo de 2023, un crudo diagnóstico sobre descoordinación en regiones, y fórmulas de entendimiento con la oposición para conseguir la aprobación de reformas en el Congreso.

Los aspectos menos conocidos del cónclave en Cerro Castillo

El presidente Boric abrió las intervenciones con un discurso centrado en el legado que debería dejar el gobierno en 2026 y enfatizó que la unidad entre los partidos oficialistas era clave para cumplir el programa de Gobierno.

“La democracia está en riesgo (…), defender con fuerza el proceso constituyente es fundamental, los parlamentarios tiene el protagonismo (…), no podemos pensar solo en términos de  tres años (…) que nuestro legado sea el de un gobierno que consagra derechos sociales (…) una reforma previsional y una reforma de Salud (…) Para la próxima cuenta pública tenemos seis meses, tenemos tiempo para corregir lo que haya que corregir”, fueron las frases más recordadas del presidente Boric entre los asistentes al encuentro, a pleno sol,  en el Palacio de Cerro Castillo.

Además de Boric, otros dos ministros presentes abordaron algunos lineamientos de los que será la reforma a la Salud, en la que trabaja la ministra del sector Ximena Aguilera.

Esta reforma contempla que las Isapres serán seguros voluntarios, por tanto no administrarán, al menos de modo exclusivo, el 7% de la cotización de los afiliados que no estén en Fonasa.

Asimismo, se crearía un Fondo Único de Salud (FUS), el cual administrará las cotizaciones de los trabajadores (7%), junto a los aportes del Estado, con lo que el servicio de las Isapres tendría un destino similar al de las AFP y se transformarían en seguros complementarios. También la reforma modificaría el sistema de pago de licencias médicas y crearía nuevas instituciones.

Estos cambios se sumarían a una batería de más de 10 iniciativas legislativas adicionales, entre ellas una ley integral de salud mental y un sistema de protección de enfermedades poco frecuentes y de costos millonarios.

Entendimiento con la oposición y descoordinación en regiones

Entre los partidos de Apruebo Dignidad se hizo presente un crudo diagnóstico político en regiones. Según comentan los asistentes, se hizo ver al gabinete que los partidos más pequeños del Frente Amplio no se sentían representados por los gobiernos regionales y que se esperaba un cambio de varios seremis que “no daban el ancho”.

Además, desde algunos parlamentarios expresaron que había una significativa descoordinación y falta de diálogo entre el Gobierno y sus representantes en regiones, principalmente en las giras presidenciales y en materias sectoriales y de seguridad.

Tras esos cuestionamientos, el Gobierno acordó que hubiera reuniones de los partidos de la “alianza” semanalmente no sólo en Santiago, sino que también entre los presidentes regionales, junto con una mayor coordinación entre las bancadas parlamentarias regionales.

En la cita se abordó que el oficialismo no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras del Congreso, por lo cual debe buscar entendimiento con la oposición, como la DC, el PDLG, independientes, pero también con los legisladores de Chile Vamos que tengan una mayor disposición a una apertura para negociar.

En la construcción de entendimientos, el gobierno apunta en la Cámara a repetir la articulación que ocurrió en la votación para elegir al diputado Vlado Mirosevic como presidente de la Cámara  y a buscar ampliar su base de apoyo en sectores de la oposición, para lograr tener con cierta facilidad una mayoría en la de diputados de entre 78 y 82 votos, con los que podría aprobar leyes de mayoría simple, como la reforma tributaria.

Uno de los senadores asistentes comenta que se acordó actuar con mucho realismo político y unidad de propósito porque se insistió en que no hay mayorías ni en la Cámara ni en el Senado, por lo que se acordó mejorar la búsqueda de entendimientos con la DC, los independientes y sectores de posición para llegar a acuerdos en pensiones,  la reformas tributaria y a la salud, el próximo gran debate.