Undurraga hizo un llamado a los 71 díscolos de la DC que se retiraron de la Junta Nacional: “No creo en milagros”
El nuevo presidente de la Democracia Cristiana lideró la reunión que terminó con 70 militantes declarándose en estado de reflexión.
La Democracia Cristiana (DC) atraviesa por una crisis interna que ha generado la salida de varias de sus figuras históricas. La tensión en la falange se ha profundizado en las últimas semanas después de que se dividieran en torno, entre otras problemáticas, a las opciones de Rechazo y Apruebo en el primer Plebiscito de Salida para el borrador de la nueva Constitución.
Así han salido del partido reconocidos militantes de la talla de René Cortázar, Ignacio y Matías Walker, Ximena Rincón, Claudio Orrego, entre otros.
Fue en este complejo escenario donde asumió Alberto Undurraga como nuevo presidente de la DC, en una decisión unánime de su Consejo Nacional. El diputado del distrito 8 de la Región Metropolitana tomó el puesto que dejó vacante en septiembre Felipe Delpín y su asunción se pudo concretar con la renuncia a la vicepresidencia de Yasna Provoste.
“Hemos atravesado y estamos atravesando por prolongadas turbulencias producto de una seria crisis con varias dimensiones: administrativas, políticas, pero por sobre todo de identidad, convivencia y falta de propuestas compartidas, lo que ha generado desafectos y muchos conflictos”, reconoció este sábado el timonel.
“Cuando nos comportamos con fraternidad, nuestros problemas no son mas grandes que el partido. La DC es un partido que ha sabido convivir con sus diferencias, el debate interno ha permitido tomar decisiones más sólidas y decantadas. Pero las opiniones no son almas distintas, se trata de un alma común… Tenemos tareas que cumplir, eso es la política, tenemos el corazón conmovido por todo lo que nos ha ocurrido, eso es el espíritu. No somos pura razón, tenemos sentimientos también y si estamos aquí es porque sabemos conmovernos”, agregó.
Undurraga, en sus primeros días como líder del partido, apuntará a recomponer la convivencia y a poner a la DC en el centro de los debates de la ciudadanía, situación que, advierte, ha sido una de las razones del quiebre.
“Lo que nos mantiene de pie después de todo lo que nos ha tocado vivir es porque amamos a nuestro partidos y al humanismo cristiano. Estamos orgullosos de su historia, honramos nuestras grandes figuras, guardamos como un tesoro el recuerdo de los que partieron. Se los pido de corazón: soy creyente pero ahora no espero un milagro. A lo único que los convoco es que pongamos a la DC de pie con la mayor unidad posible”, cerró.
En “estado de reflexión”
La cita de la DC no terminó bien, pues 70 de sus militantes se retiraron de la Junta, situación que explicaron mediante un oficio.
“El vencido Tribunal Supremo del Partido no solo ha acordado resoluciones graves como la suspensión de la militancia del expresidente del Partido, Fuad Chahín, sino que las que permiten la realización de esta Junta Nacional”, dijeron antes de rechazar “la votación telemática para la elección de autoridades, lo que no está regulado por el Estatuto vigente del partido, como la calificación de las candidaturas tanto al Consejo Nacional como al propio tribunal Supremo”.
“Cuatro miembros son candidatos a la reelección y en mencionada calificación han dejado a cinco candidaturas inhabilitadas, es decir, son juez y parte en mencionado proceso… Se insiste en profundizar la división siguiendo adelante con las votaciones como si los órganos fiscalizadores nada hubiesen dicho”, explicaron.
““Hemos decidido no participar de las votaciones y debates de la Junta Nacional, nos reservamos el derecho de acudir a los Tribunales Ordinarios de Justicia para impugnar todas las situaciones de manifiesta ilegalidad que comprometen gravemente el actuar de un Partido Político, los que hoy son fiscalizados estrictamente por la legislación vigente, asimismo, con profundo pesar nos declaramos en estado de reflexión respecto a nuestra militancia”, declararon.