
Chile está enojado, pero enojarse no es suficiente
El enojo nos dice qué no queremos, pero no refleja ni nos conduce a lo que sí queremos. El enojo puede ser el primer paso, pero no puede ser el último, puede despertarnos y movilizarnos, pero junto con ello, tenemos que cultivar una mayor consciencia personal y colectiva, que nos permita conectarnos con aquello que apreciamos, para desarrollar una visión de sentido compartido.
Columnista