
No
No deberíamos temerle a la palabra No, independiente del lado del no en que nos encontremos. Se debería agradecer la honestidad y deberíamos respetar nuestros NO y los NO que nos dicen. Se siente un gran alivio al decir que no sin tener la necesidad de tramitar ni mentir. Y eso no disminuye el cariño que sentimos y siente los demás por nosotros, es solo honestidad.
Columnista