El Chile post estallido y post pandemia necesita más que nunca conectarse con la cultura como herramienta de desarrollo humano, bienestar, e integración social, unión, innovación y creación de valor.
El arte es una manifestación de la cultura, la que a su vez define la identidad de un grupo humano. Esta preocupación de la ciudadanía ucraniana -y no de una élite- por proteger su patrimonio es la evidencia irrefutable de contar con una identidad con profundas raíces y gran densidad cultural.
Lo último y que terminará por colmar la paciencia de varios que lo apoyamos, fue enviar paralelamente al proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU), un proyecto de Reforma Tributaria que tenía por objeto financiarla. El problema es que este proyecto, además de gravar con IVA los servicios, permitió que la oposición impulsara un conjunto de indicaciones tributarias, las que amén de inconstitucionales y populistas, harán y lo vaticino, que Chile crecerá menos, y que los pobres serán cada vez más pobres.
El Día Mundial del Patrimonio Audiovisual es una ocasión para dar a conocer la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de los documentos audiovisuales, y es una gran oportunidad para que los países evalúen su desempeño con respecto a la implementación de la recomendación relativa a la preservación del patrimonio documental.
Una constitución que aspire a expiar ese pecado estatal solo sería aquella que empodere doblemente a los pueblos indígenas: primero, favoreciendo su participación en el proceso constituyente; y segundo, facultándoles con la capacidad de disponer de un movimiento de retorno a las normas jurídicas en orden a poder revisarlas o modificarlas.
Si bien existen aún posibilidades de financiamiento, como el Fondo Nacional del Fomento a la Música, el cual permitirá la realización de la Feria del Folclor, su difusión y preservación continúa siendo tema de conversación, pues, a vista de todos, esto sigue siendo insuficiente.