“Las llamadas y mensajes enviados a este chat ahora están seguros con cifrado de extremo a extremo, lo cual significa que WhatsApp ni terceros podrán escuchar ni leer”.
Ayer martes, fueron miles los usuarios del servicio de mensajería instantánea los que recibieron este mensaje en cada una de sus ventanas de chat. No se trata de un bloqueo o de un extraño malware, sino que del resultado del trabajo de años de la aplicación por proteger la seguridad de quienes utilizan la app.
¿Qué se hizo en concreto? Las conversaciones, en un cien por ciento, fueron cifradas. Esto implica que ni la propia aplicación ni terceros podrán ingresar, ni mucho menos, conseguir el material que intercambiamos con nuestros contactos, cuestión que aplica para fotografías, videos, notas de voz y el texto.
La idea es que nadie – a excepción, claro, de quienes participan de la conversación – pueda acceder a las conversaciones privadas; ni siquiera hackers o regímenes que prohíben el uso de ciertas apps.
Son casi mil millones de personas quienes utilizan WhatsApp, y es por ello que sus fundadores tenían especial interés en resguardar su privacidad. “La construcción de productos seguros contribuye a un mundo más seguro, aunque muchas personas pueden no estar de acuerdo con esto y su relación con la ley”, explicaron.
