Fiscalía francesa revela las pruebas que tiene contra el chileno en caso de estudiante japonesa desaparecida
"En la habitación de Narubi se encontraron huellas dactilares de Nicolás Zepeda", dijo Etienne Manteaux, fiscal a cargo de la investigación.
Nicolás Zepeda es el único sospechoso del presunto homicidio de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki, quien desapareció en diciembre de 2016 en Besançon, Francia.
Zepeda, quien se encuentra en Santiago, declaró el pasado 17 de abril ante el Ministerio Público, en una diligencia que fue observada por una delegación francesa que fue encabezada por el propio persecutor.
Ahora, se conocieron algunas de las pruebas que fiscal a cargo de la investigación Etienne Manteaux ha logrado recopilar.
Según publicó Las Últimas Noticias, hay registro de que el 30 de noviembre Zepeda arrendó un auto y llegó a la residencia de la joven japonesa. Además hay un testigo que lo localiza espiando a la estudiante quien en ese momento se encontraba con su novio.
El 2 de diciembre, Zepeda compró un bidón de 5 litros de gasolina para encender una chimenea. Asimismo, compró fósforos y lejía para lavar las huellas diggitales. El fiscal confirmó que el joven pasó 24 horas en la pieza de Narumi.
“En la habitación de Narubi se encontraron huellas dactilares de Nicolás Zepeda”, dijo Manteaux.
Manteaux encontró incongruencias en el relato del chileno sobre las fechas de salida y retorno al país y señaló que “encontramos mensajes amenazantes en redes sociales dirigidos a Narumi en septiembre- octubre del 2016”.
“Zepeda no podía soportar que ella hubiese puesto fin a su relación y especialmente que tuviera un nuevo novio en Francia”, explicó.