Qué son las células T y cómo ayudan a enfrentar el coronavirus
Los también llamados linfocitos T han sido mencionados en los avances de las principales vacunas para tratar el COVID-19.
Las llamadas células T o linfocitos T podrían ser una de las claves para el combate del coronavirus, lo que también implicaría una guía para el avance de las vacunas que actualmente se están desarrollando en el mundo.
Desde el proyecto de la Universidad de Oxford y la empresa AstraZeneca afirmaron que el resultado inicial de sus ensayos habrían desarrollado estas células, las que son capaces de combatir al virus y generan de una inmunidad más apreciable que la que dan los anticuerpos, puesto que su duración es mayor.
En lo concreto, las células T son un componente del sistema inmunológico, las que difieren de los anticuerpos que poseen las personas que pasaron por la enfermedad -lo que según estudios recientes durarían por unos pocos meses-, y que luchan directamente contra el SARS-CoV-2.
Algunos análisis -que aún están pendientes de su revisión por parte de la comunidad científica- han señalado que los pacientes que experimentan una enfermedad leve, o ningún síntoma en absoluto, del COVID-19, pueden estar eliminando la infección a través de esta respuesta de las células T.
“Hay cada vez más pruebas de que las personas expuestas al virus tienen una respuesta de anticuerpos transitoria (de corta duración), o una respuesta de las células T pese a una respuesta de anticuerpos menor o ausente”, explicó Alessandro Sette, profesor y miembro del Centro de Enfermedades Infecciosas y Vacunas del Instituto La Jolla en California, a la agencia Reuters.
El experto agregó que cuando un virus supera las defensas iniciales del cuerpo -que incluyen los glóbulos blancos, que combaten la infección- se produce una respuesta “adaptativa” más específica, que desencadena la producción de células que se dirigen contra el invasor.
Con este antecedente, se cree que todas las vacunas que pretenden controlar la pandemia deben estimular la aparición de células T en el organismo, además de generar otros anticuerpos, para atacar directamente al virus y no solamente contenerlo.