¿Por qué el islamismo radical estalló en ira contra Emmanuel Macron?
La revista Charlie Hebdo publicó en su portada una caricatura del presidente turco, levantando el vestido de una mujer con velo, lo que hizo desbordar en ira a gran parte de los países musulmanes.
El mundo musulmán ha reaccionado violentamente a las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, luego del asesinato del profesor Samuel Paty a manos de un yihadista.
El docente de Historia y Geografía fue decapitado, a mediados de octubre, en la vía pública por mostrar una caricatura de Mahoma de la revista satírica Charlie Hebdo durante sus clases sobre libertad de expresión.
El profesor “fue asesinado porque explicaba a sus alumnos la libertad de expresión, la libertad de creer y la de no creer y eso no lo vamos a tolerar”, sentenció Macron.
Junto a ello, el gobierno francés anunció que crearía una ley “para combatir el separatismo islamita” y ordenó el cierre de la Gran Mezquita en Pantin, un barrio situado en el noreste de París, donde se había grabado un video criticando la clase del profesor días antes de que fuera degollado.
Tras la muerte de Paty, el mandatario francés ha defendido, en nombre de la libertad de expresión, que las caricaturas de Mahoma puedan ser utilizadas para su debate como hizo el profesor asesinado. “Debemos atacar el separatismo islámico. El laicismo está en los cimientos de Francia”, dijo Macron.
“No vamos a renunciar a nuestras caricaturas”, dijo el mandatario durante el funeral del docente, desatando la furia del islamismo radical.
Choque cultural de los musulmanes en Francia
“No todos los musulmanes son fanáticos. La mayoría de las personas refugiadas son jóvenes de origen migrante de culturas muy violentas que vienen de países que han estado en guerra por años, Estados debilitados con mucho dogmatismo que llegan a una cultura occidental que poco comprenden, entonces hay un choque cultural que pareciera no dar abasto, porque mayormente los excluye en base a prejuicios”, señala a EL DÍNAMO el sociólogo chileno, Julio Romero, quien vive en Paris hace dos años.
“Hay un racismo y desprecio social a lo que sea musulmán o árabe, entonces los chicos forman una identidad social muy vulnerable con una desesperanza aprendida sobre el sistema. Son chicos muy manipulables, que encuentran en estos adultos que profesan el fanatismo religioso una valorización a esta carencia social que tienen”, indica Romero.
El mismo análisis realiza Rafael Catalán, sociólogo y académico de la Universidad Central, quien asegura que “el pueblo migrante musulmán en Francia no ha sido incorporado ni en su forma de vivir ni en la religión. Los musulmanes viven principalmente en suburbios bien empobrecidos, lo que aumenta en algunos esa idea radicalizada sobre esta lucha para cambiar su situación de vida”.
“La violencia no pertenece a una determinada comunidad. El terrorismo no pertenece a una sola comunidad. Es un fenómeno que debe combatirse con todos los medios posibles. Pero no es correcto estigmatizar a toda una comunidad, porque un miembro cometió ataques terroristas. La islamofobia se ha vuelto banal en estos momentos hasta el punto de volverse normal”, dijo al medio DW, Jawad Bachare, director del Colectivo Contra la Islamofobia en Francia.
El factor Charlie Hebdo
El fin de semana, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hizo un llamado a boicotear las marcas francesas y calificó a Emmanuel Macron de “islamófobo”.
“Me dirijo a mi nación: sobre todo no presten atención a las marcas francesas, no las compren”, dijo Erdogan.
“Se está llevando a cabo una campaña de linchamiento contra los musulmanes parecida a la de los judíos de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial. La islamofobia se expande en Europa como una peste. Llamo a los cristianos, llamo a los judíos: cuando atacan vuestra religión, la protegemos. Ahora, los musulmanes en Francia están oprimidos: unámonos para protegerlos, todos juntos”, manifestó el jefe de Estado.
Tras las polémicas declaraciones, la revista francesa Charlie Hebdo, publicó en su portada una caricatura del presidente turco, que lo muestra en calzoncillos con una cerveza en la mano y levantando el vestido de una mujer con velo mientras grita: “Oooooh, ¡el profeta!”.
El director de comunicación del gobierno turco, Fahrettin Altun, no quiso pasar por alto su malestar y expresó en su cuenta de Twitter: “¡La agenda anti-musulmana del presidente francés Macron está dando frutos! Condenamos el esfuerzo tan repugnante de esta publicación para difundir su racismo y odio cultural”.
Más radical fue el viceministro de Cultura de Turquía, Serdar Çam: “Son unos bastardos. Son unos hijos de perra”, escribió en su cuenta de Twitter.
Malestar en Irán, Jordania y Bangldesh
El enojo contra Emmanuel Macron no solo está concentrado en Turquía. En Irán, el semanario Vatan Emrooz publicó su propia caricatura del presidente francés bajo el título: “El demonio de París”.
El primer ministro de Irán, Imran Khan, también expresó su descontento con los comentarios de Macron, diciendo que “el bien pensado ataque verbal de Macron contra el islam ha herido los sentimientos de cientos de millones de musulmanes en todo el mundo”.
Asimismo, en algunas provincias de Irán hay grupos que protestan con el grito “Macron terrorista”, mientras muestran imágenes con el rostro del presidente francés y la huella de un zapato dibujada encima.
En Jordania, un portavoz de gobierno condenó los comentarios de Macron y los calificó como un “ataque a la nación islámica”, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores respondió que “la publicación de las caricaturas de Mahoma hirió los sentimientos de muchos musulmanes”.
En Bangladesh, miles de manifestantes salieron a las calles esta semana con caricaturas de Macron y mensajes de “alto a la islamofobia”, “boicot a Francia” y “asediar la Embajada de Francia en Dhaka”.
“Los musulmanes no dejarán que esto pase en vano”, dijo Atiqur Rahman, vocero el grupo de derecha Islami Andolan Bangladesh.
Por si no fuera suficiente, el ex primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, afirmó ayer que “los musulmanes tienen derecho a estar enojados y a matar a millones de franceses por las masacres del pasado”.
Tras una semana de amenazas, el día de ayer, tres personas murieron y varias resultaron heridas, en un ataque terrorista perpetrado cerca de una iglesia en la ciudad de Niza.
Horas después, un nuevo atentado se produjo en el consulado de Francia en Arabia Saudita, donde un hombre hirió con un cuchillo a un guardia del consulado francés en Yedá, que resultó herido leve.
Apoyo de la UE y la ONU
El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell, catalogó como “inaceptables” las declaraciones de Erdogan sobre Emmanuel Macron y llamó al gobierno turco a “cesar esta espiral peligrosa de confrontación”.
“Los comentarios del presidente Erdogan contra el presidente Emmanuel Macron son inaceptables. Llamado a Turquía a cesar esta espiral peligrosa de confrontación”, tuiteó Borrell.
Asimismo, el alto representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, el español Miguel Ángel Moratinos, llamó “al respeto mutuo de todas las religiones y creencias”.
“Sigo con una gran preocupación las crecientes tensiones y los casos de intolerancia desencadenados por la publicación de caricaturas satíricas del profeta Mahoma, que los musulmanes consideran insultantes y profundamente ofensivas”.