Cuatro consejos esenciales para prepararse para la Maratón de Santiago
Serán tres categorías: 10, 21 y 42 kilómetros, cada una con un circuito específico.
El domingo 14 de mayo más de 30 mil personas correrán la Maratón de Santiago. Quienes se inscriban podrán optar por recorrer 10, 21 o 42 kilómetros.
Independiente de la distancia que corras, hay una cuestión clara para todos: la preparación, con semanas de anticipación, es fundamental. Y una parte importante de dicho proceso es la alimentación.
Cuatro consejos para prepararse para la Maratón de Santiago:
Consultar a un nutricionista
Según explicó Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, “lo ideal es acompañar este proceso con orientación profesional personalizada, es decir, consultar con un nutricionista con especialidad deportiva para diseñar un plan de alimentación especial para cada persona”. La profesional aseguró que la preparación nutricional, debe ser con 6 a 10 semanas de anticipación.
Cuidar la alimentación
Con respecto a la alimentación previa a los entrenamientos, Flores señaló que al menos 3 horas
antes del ejercicio hay que evitar alimentos que puedan producir algún malestar gastrointestinal y
que, como consecuencia, interfieran con la rutina planificada. “Es importante ser precavidos,
para estos casos, con el exceso de fibra, las comidas muy pesadas y los lácteos, en caso de que la
persona sea intolerante a la lactosa”, aseguró.
Recuperación del desgaste muscular
Posterior al entrenamiento, agregó, es fundamental recuperar el desgaste muscular. Para ello se recomienda el consumo de algún alimento rico en proteína. Además, hay que recobrar vitaminas y minerales, lo que se puede hacer “a través de un plato de verduras de diferentes colores y consistencia, complementado por bebidas deportivas”.
La importancia de la hidratación
La correcta hidratación, enfatizó Flores, es vital. Adicional al consumo de agua, la incorporación
de bebidas deportivas o isotónicas, permite recuperar electrolitos, factor importante a considerar
para el rendimiento tanto en el entrenamiento, como durante la competencia.
El alcohol, en tanto, nunca es una opción, advirtió Flores. “En el proceso de metabolización del alcohol
hay mayor deshidratación y un mayor trabajo hepático. Es justo en este órgano, donde se guardan las mayores reservas de glucógeno, al igual que en el músculo, energía que será utilizada al momento de efectuar actividad física. El consumo de alcohol significará tener menos energía, entorpeciendo el proceso de recuperación muscular”.