Violaciones y abusos silenciosos: el otro drama de las refugiadas en Europa
Al dejar sus países, las mujeres emigrantes se exponen a una serie de vejaciones y vulneraciones de sus derechos de los que, hasta ahora, nadie se ha hecho cargo.
La crisis del mundo árabe y su creciente migración hacia Europa evidenció los profundos conflictos de cada país. Y de paso las crudas situaciones a las que se exponen quienes se aventuran a dejar su país con la esperanza de encontrar un mejor futuro.
Para fines de 2016 se espera que haya más de tres millones de personas solicitantes de asilo en Europa, entre los que un 60% serán mujeres y niños.
Diferentes ONG y organizaciones feministas han discutido sobre la realidad de las miles de refugiadas que ven vulnerados sus derechos y se ven sometidas a vejaciones sexuales en su camino hacia Europa.
Si bien no hay cifras concretas al respecto, se trata de una realidad silenciosa en la que prefieren no denunciar los abusos y así no poner en riesgo la anhelada llegada a los países europeos. “Saben que es mejor no denunciarlo porque entorpecería su camino, pero esta vulnerabilidad sólo hace que el patriarcado que sufren se manifieste de un mayor modo”, dice Noelia Landete, vocera de la Plataforma CEDAW.
“Cuando una mujer abandona su país raramente lo hace sola ya que en su contexto ellas no toman decisiones y mucho menos sobre su futuro”, argumenta Yolanda Iriarte, miembro de la Oficina de ONU Mujeres para Europa y Asia Central, que explica que éstas prefieren “sacrificar su bienestar por el de su familia por no perder el tren”.
La situación se volvió extrema. Muchas niñas sirias en países limítrofes incluso “se están dando a matrimonios precoces como mecanismo de protección” para evitar los abusos y el acoso que están sufriendo.
Incluso, algunas madres prefieren la ablación para sus hijas, que es la mutilación genital para evitar abusos sexuales. Pero Asha Ismail, vocera de Save a Girl, Save a Generation, deja entrever otro problema: “Aunque hayan sido cosidas vuelven a intentar violarlas, las cortan y las destruyen” dice y denuncia la falta de seguimiento de las mujeres somalíes en su ruta por alcanzar países europeos.