Cómo ha enfrentado el fútbol chileno las situaciones de emergencia
En situaciones de desastres naturales y en crisis sociales, la actividad futbolística se ha afectado de alguna manera e incluso tuvo que cambiar su formato.
Santiago lleva una semana bajo estado de emergencia por el estallido social que se desató tras las protestas por el alza del Metro, en un movimiento social que derivó en una crisis que se expandió por gran parte de Chile y que terminó afectando al fútbol.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) suspendió la fecha de este fin de semana, postergando un encuentro clave entre Universidad Católica y Colo Colo, el que podría entregar el título del Campeonato Nacional a los “cruzados”.
Además de esto, la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Flamengo en el Estadio Nacional sigue en dudas, pese a que la Conmebol ha insistido con su realización en el país.
Pero esta no es la primera vez que fútbol nacional ha enfrentado situaciones de emergencias, tanto por desastres naturales como por dramáticas situaciones políticas, de las que se pudo reponer rápidamente o que lo obligaron a cambiar formatos completos.
1960 y la extensión del fútbol nacional
El antiguo estadio de Concepción. (Wikipedia Commons)
El 22 de mayo de 1960 un terremoto de magnitud 9,5 destruyó gran parte del fútbol chileno. Uno de los hechos más anecdóticos de ese día es que a la misma hora del movimiento telúrico Universidad de Chile jugaba un partido ante San Luis de Quillota en el Estadio Nacional. Una crónica de la revista Estadio de aquella época afirmó que “dos remezones que produjeron pánico”, los que no suspendieron el encuentro.
Lo cierto es que los efectos más devastadores se sintieron en el sur de Chile. En aquel campeonato el equipo más sureño en la competencia era Rangers de Talca, que según las crónicas de aquella época no tuvo mayores problemas. De hecho, en junio recibió a Audax Italiano en un partido que terminó igualando 1-1. El campeón de ese año fue Colo Colo.
Concepción fue la más perjudicada en ese sentido. Si bien no tenía equipos de Primera, tenía un Campeonato Regional de reconocido nivel, el que era compuesto por equipos como Fernández Vial, Naval, Concepción y Schwager. En aquella ciudad además se construyó el Estadio de la calle Collao, el que estaba definido como sede para el Mundial de 1962. Las circunstancias llevaron a que el recinto fuera desechado.
El fútbol pudo superar la emergencia de tal manera que fue capaz de organizar la Copa del Mundo dos años después, con torneos que retomaron la normalidad.
1973: el golpe en el corazón del Estadio Nacional
El memorial de los Detenidos Desaparecidos en el Estadio Nacional. (Ministerio del Interior)
La temporada 1973 tuvo a un Colo Colo luchando por la Copa Libertadores y a una selección chilena aspirando a un cupo al Mundial de Alemania con la Unión Soviética. Esto llevó a que el torneo tuviera varios partidos suspendidos, en una situación que se agudizó el 11 de septiembre de 1973.
Durante ese período, el fútbol nacional estaba en receso por el repechaje de las eliminatorias, por lo que los efectos del golpe de Estado se vieron mucho después, especialmente con lo ocurrido en el Estadio Nacional, que fue centro de detención y torturas durante la dictadura.
El periodista y cronista Julio Salviat contó a EL DÍNAMO que el coliseo de Ñuñoa “quedó marcado para la gente, ya que nadie quería ir. Después de todo esto la gente no quería ir a ver el fútbol”. De hecho, el superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile de octubre se terminó jugando en el Estadio Santa Laura.
El Nacional volvió a la actividad deportiva el 21 de noviembre de 1973, en la tristemente célebre revancha entre la Roja y los soviéticos, a la cual la visita decidió no asistir en rechazo al nuevo régimen.
Aunque lo más destacado del año fue Colo Colo, el campeón del torneo fue la Unión Española.
2010 y el cambio de formato
El año 2010 la Primera División se jugaba en dos partes (Torneo de Apertura y Torneo de Clausura) con el llamado formato de playoffs. Toda la planificación de ese entonces cambió luego del 27 de febrero de 2010, cuando un sismo de magnitud 8,8 destruyó varias ciudades de la zona centro sur.
Equipos como Huachipato y la Universidad de Concepción se vieron directamente afectados al igual que los de Santiago, donde el terremoto se sintió con gran fuerza. Varios estadios sufrieron daños, aunque no alcanzaron a ser estructurales, por lo que su reparación no demoró muchos meses.
De todos modos, la conmoción de la emergencia llevó a que la ANFP, encabezada por ese entonces por Harold Mayne-Nicholls, decidiera modificar el campeonato nacional, estableciendo un torneo largo, con una sola tabla de posiciones, donde el equipo con mayor cantidad de puntos se proclamaba como campeón. Ese año también volvieron competencias como la Liguilla Pre-Libertadores, que no se disputaban desde hace más de una década.
El ganador de ese torneo fue Universidad Católica, que logró levantar el título en noviembre al vencer a Everton en San Carlos de Apoquindo. Debido a la fecha, el elenco cruzado quedó como “campeón del Bicentenario”.
El fútbol superó la emergencia y en 2011 retomó el torneo con el formato habitual hasta el fin de los playoff, que se decretó en 2012.
