Humo, bengalas y una cortapluma: el opaco empate entre Colo Colo y la U en el Monumental
Los albos mantuvieron su invicto de más de dos décadas ante los azules en Macul, en un partido marcado por los graves incidentes protagonizados por los barristas.
Colo Colo y Universidad de Chile sellaron un opaco empate sin goles en el superclásico 193 del fútbol chileno, que se disputó este domingo en el Estadio Monumental de Macul.
Los albos lograron extender el invicto de más de dos décadas que mantienen ante los azules en Macul, pero no pudieron quedarse con un encuentro marcado por la falta de pulcritud en el juego y en los graves incidentes registrados al interior del recinto deportivo.
Los dirigidos por Mauricio Pelegrino sostuvieron el arco en cero ante un elenco de Gustavo Quinteros que no supo imponerse. Aquello significó que el arquero universitario Cristóbal Campos fuera una de las grandes figuras junto a su compañero Matías Zaldivia, quien además fue el blanco de todas los gritos de la barra del Cacique, que recordó su pasado en el club.
Incidentes en Macul
La falta de emociones dentro de la cancha derivó en graves incidentes en las tribunas y las galerías del Estadio Monumental, donde barristas protagonizaron diversos enfrentamientos que alteraron el juego.
Desde la barra colocolina se registraron lanzamiento de bengalas y algunas fogatas, que provocaron un humo que cubrió prácticamente toda la cancha. En el lado de los fanáticos laicos -que tenían reservado un pequeño espacio en el estadio donde jugaban de visita- también hubo desmanes.
Uno de los hechos más complejos se vivió en el minuto 72, cuando el jugador de la U José Castro sufrió una grave lesión en la rodilla, la que lo dejó tendido en el piso. Mientras el futbolista juvenil era atendido en el campo de juego, un grupo de individuos le lanzó una serie de objetos contundentes, entre piedras y botellas.
En ese momento el delantero universitario Leandro Fernández le señaló al árbitro Cristian Garay que había caído una cortapluma desde el público, lo que claramente ponía en riesgo la seguridad de los futbolistas de ambos equipos.
El juez del encuentro esperó que la situación se calmara y no suspendió el encuentro.