
Colo Colo se preparaba para vivir una fiesta dentro y fuera de la cancha en su regreso al Estadio Monumental en la Copa Libertadores. Las expectativas eran altas por parte de la hinchada que acudió en masa al recinto de Pedrero para presenciar el último partido del Popular previo al Centenario. Sin embargo, todo terminó en una tragedia. El Cacique vivió una de las noches más negras de su historia, en la cual dos hinchas que solo querían ver a su club, terminaron falleciendo en el marco de los incidentes que registraron minutos antes del vital encuentro contra Fortaleza.
Una joven de 18 años y un niño de 13 murieron en las afueras del Estadio Monumental, quienes habrían sido atropellados por un carro lanza gases de Carabineros. Esto, luego de que un grupo de fanáticos intentara entrar a la fuerza al estadio, sin su respectiva entrada.
Cómo se vivió la tragedia en el Estadio Monumental
El recinto de Pedrero estaba preparado para albergar una verdadera fiesta en el primer partido de local que se iba a jugar en el certamen continental. Por ello, la hinchada de Colo Colo se organizó para hacer un recibimiento en grande. Los fanáticos se vistieron de un determinado color para realizar un mosaico humano, en donde los codos estaban teñidos de negro y el resto de localidades de blanco, generando un gran impacto visual dentro del estadio.
Tal como suele suceder en las noches de Copa, el nerviosismo y las expectativas eran máximas. Sin embargo, al llegar al Monumental no todo estaba enfocado a lo que podría realizar el equipo, que quedó en una complicada posición tras el sorpresivo triunfo de Bucaramanga sobre Racing de visitante. Esto, porque en la previa ya se abordaba la posibilidad de que se registraran incidentes, producto de diversas publicaciones en redes sociales llamando a hacer una avalancha para ingresar al recinto sin entradas. De hecho, ciertos post hablaban de “sector avalancha”.
Ya dentro del estadio, la información era casi nula. Por ello, todas las miradas se centraban en el terreno de juego y en hacer una fiesta en las tribunas con la presencia de globos y banderas para ejercer presión sobre Fortaleza (y Martín Lucero) y alentar al Cacique. El primer tiempo no hubo grandes ocasiones y finalizó sin goles.

El partido a segundo plano: el momento en que la pena e indignación invadió el Estadio Monumental
Con los jugadores de ambas escuadras en los vestuarios, se comenzó a correr la voz sobre los incidentes que ocurrieron en las afueras del estadio. Los hinchas a través de la radio y redes sociales se enteraron de la muerte de dos fanáticos, uno menor de edad. Los llamados previos finalmente se concretaron y terminó de la peor forma. Tras un intento de avalancha, dos personas fallecieron tras ser -presuntamente- atropelladas por Carabineros.
Al inicio del segundo tiempo los murmullos reemplazaron los cánticos en el David Arellano. Se sentía una mezcla de sorpresa, pena y rabia en los fanáticos que comentaban la situación con sus cercanos y se preguntaban sobre lo que se avecinaba a la salida.
De un momento a otro, la Garra Blanca dejó de cantar y de tocar los bombos. El estadio se quedó completamente en silencio y todos comenzaron a revolear pañuelos y camisetas en señal de luto por las víctimas.
Los jugadores dentro del campo no entendían lo que sucedía afuera. Esa desconcentración era evidente. En ciertas jugadas los Albos se quedaban parados o frenaban contraataques, desconcertados quedaban mirándose entre ellos.
En aquel momento, la barra brava de Colo Colo escondió los bombos y el silencio se acabó. Todo el estadio comenzó a gritar consignas en contra de los Carabineros: “¡Pacos c… asesinos igual que Pinochet!”, se repetía con cada vez más fuerza. En este contexto, las manifestaciones tomaron otro rumbo y algunos asistentes se subieron al acrílico en el sector Lautaro, provocando que el encuentro se detenga.
Ante esto los referentes del Cacique, como Arturo Vidal y el capitán Esteban Pavez, se acercaron al sector a dialogar con quienes estaban allí para pedir que se bajen. En ese instante, se enteraron de la peor de las noticias: dos hinchas murieron en las en las afueras del estadio previo al encuentro. La reacción de Lucas Cepeda grafica el sentimiento albo, quien de inmediato hizo un gesto de que el partido ya no daba para más.
La tensión era máxima. Lejos de calmarse los ánimos, los individuos de dicho sector empezaron a golpear uno de los acrílicos con piedras y palos, hasta que un fuerte estruendo sonó en todo el estadio: el vidrió finalmente cedió y los hinchas disfrazados de delincuentes invadieron la cancha, provocando la rápida reacción de los jugadores de Fortaleza, quienes corrieron hacia los camarines con miedo a lo que podría suceder. Ahí, Emiliano Amor tuvo una heroica actuación para frenar el ímpetu de los barristas y evitar que alcanzaran a amedrentar a los rivales.
Apenas entraron al gramado, la indignación se hizo sentir en los otros sectores del estadio: “Ah, ya fue”, “Listo, se suspendió y Conmebol nos va a sancionar por años” y “perkin, perkin…”, en señal de reprobación por los actos, eran solo unas de las frases de los hinchas que se resignaron y emprendieron rumbo a sus casas, con la certeza de los incidentes y enfrentamientos que se iban a generar con la fuerza policial en la salida.

El bochornoso final que mancha el Centenario de Colo Colo y pone en jaque su participación en Copa Libertadores
Fuera del reducto deportivo, el caos era total. El público se retiró corriendo en distintas direcciones con el objetivo de tomar locomoción y alcanzar el Metro para llegar a sus hogares luego del bochornoso episodio que mancha la celebración del Centenario de Colo Colo. Sin embargo, el tren subterráneo decidió cerrar las estaciones aledañas al recinto, tales como Mirador, Pedrero y San Joaquín, lo que provocó incertidumbre y tacos en las calles cercanas al Monumental, dejando a miles de hinchas varados, a pesar de que no tuvieron relación con los incidentes que unos pocos llevaron a cabo.
A pesar de que en un principio trascendió que la Conmebol quería que el juego se reanudara una vez que el público abandonara el estadio, la Delegación Presidencial tuvo la última palabra y se determinó que el duelo quede cancelado. Por ello, El Cacique arriesga duras sanciones que podrían desencadenar en la descalificación de la Libertadores.
De esta forma, concluyó una de las noches más tristes en la historia de Colo Colo y el fútbol chileno, que deja una mancha imborrable en una de las fechas más importantes del club más ganador de Chile.
Por otro lado, esto marca un precedente importante en la escalada de la violencia en los estadios y deja en evidencia el nulo efecto que ha tenido el Plan Estadio Seguro, la poca inversión para enfrentar este flagelo y la poca prioridad que los clubes le han dado a este tema, que cada vez atormenta más a los hinchas que solamente quieren asistir a ver un espectáculo.
