Ex rector de la U. del Mar acusa al Mineduc de usarlo como “chivo expiatorio” y pide disculpas por “errores involuntarios”

Tras cuatro años de investigación, el Tribunal de Garantía de Viña del Mar cerró la causa por presuntos delitos tributarios en contra de los ex controladores de la Universidad del Mar, concluyendo el juicio sin imputados. Esto luego de que la Fiscalía decidió no perseverar al no haberse reunido antecedentes suficientes para fundar con seriedad una acusación.

Uno de los que quedó libre de cargos fue Héctor Zúñiga, ex rector de la casa de estudios, quien hizo sus descargos contra el Ministerio de Educación tras el largo proceso que enfrento durante el cierre de la isntitución.

“La verdad siempre triunfa, y esto certifica que lo que se había empezado a decir sobre la Universidad del Mar y sus fundadores carecía de fundamento (…) agradezco a Dios que se hayan puesto las cosas en su lugar”, expresó la ex autoridad en entrevista con La Tercera.

Pese a que no hubo juicio, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, dijo que aunque la justicia no haya encontrado pruebas suficientes, no le quita responsabilidad a la universidad de lo que pasó. Ante esto, Zúñiga aseguró que “si revisa el expediente del cierre de la universidad, se dará cuenta de que no hay una fundamentación jurídica sólida. Lo que pasó fue que encontraron un chivo expiatorio y todo el proceso demostró que esto era una pésima decisión. Se generó una situación que redundó en irregularidades que dieron margen a que la prensa tomara información fragmentada, concluyendo en una posverdad que hizo un escarnio de mi persona”.

Agregó que la denuncia de cohecho es “responsabilidad un profesor que hizo una denuncia malintencionada, provocando un estallido de falsedades, demostrando que nunca hubo tal delito, porque la acreditación de la universidad fue limpia. No obstante, yo recibí una sanción porque me autocondené, ya que se me puso en un sistema que me presionó para aceptar una negociación (…) Respecto de los alumnos, la responsabilidad es de dirigentes estudiantiles que agitaron las situaciones para producir lo que pasó del punto de vista comunicacional“.

Finalmente, indicó que “respecto de los alumnos afectados, que no son los dirigentes, ni los que gritan en la calle, les pido perdón por lo que involuntariamente pudo haberse transformado en errores que generaron trastornos familiares importantes”.