Ser lesbiana en la facultad de Derecho de la Universidad Católica
La doble discriminación que viven las mujeres lesbianas es un secreto a voces en la UC. "Es un tema que no se habla porque está escondido”, cuenta una alumna de la cuestionada facultad.
Alumna de Derecho UC, mujer y lesbiana. Amanda no sólo ha sufrido la discriminación por ser mujer al interior de una facultad que ha estado en la polémica por su trato denigrante hacia las estudiantes, sino que ha vivido una doble discriminación por su orientación sexual.
Sus relatos son unos de los tantos que se han conocido desde que el pasado 27 de abril, mujeres de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile iniciaron una toma feminista tras la denuncia de acoso sexual en contra de un profesor. Con el paso de los días, otros planteles a lo largo del país se sumaron a la manifestación y hoy la problemática se tomó la agenda nacional.
Entre lo que piden los estudiantes destacan mejorar los protocolos para sancionar el acoso y abuso sexual al interior de las universidades; también establecer campañas de acompañamiento sicológico para las víctimas, entre otros.
En medio de esto, Amanda quiso relatar diversos episodios donde se sintió atacada por profesores que “ridiculizan o denuestan” tanto a mujeres como homosexuales, hechos que son observados con pasividad por la comunidad académica.
La aluma asegura que “muchas mujeres que son lesbianas en derecho no lo dicen porque ya por el hecho de ser mujer te discriminan y, además, ser lesbiana es para que te discriminen doblemente. Es un tema que no se habla y está muy escondido”.
“Por ejemplo con mi polola, si estamos en Casa Central, nunca nos tomamos de la mano porque puede aparecer un profesor que me hace clases y en el examen puede ser más duro por eso. La precaución puede sonar estúpida, pero uno ya lo hace inconscientemente tomando en cuenta donde estudiamos”, apunta.
Precisamente la Casa Central de la Universidad Católica fue tomada durante las primeras horas de la mañana de este viernes por 120 alumnas.
Entre lo que piden las estudiantes destaca el generar un nuevo protocolo UC que resguarde a los estudiantes, funcionarios y académicos según sus necesidades; la creación de un departamento especializado para llevar el proceso de protocolo y acompañar a la víctima; y que cualquier persona envuelta en un proceso de investigación deberá ser suspendido de su cargo y de ser declarado culpable ser desvinculado de la universidad.
Los requerimientos son considerados por muchos como el inicio de un cambio cultural urgente y necesario, tomando en cuenta que la discriminación no es excluyente de los docentes. “Por un lado están los profesores, pero a veces los mismos alumnos te discriminan. En la sala de estudios te miran con mala cara o tienen actitudes que contribuyen a que uno se esconda. Uno dice ‘por qué lo voy a hacer si hay gente mirándome o hablando’”, apunta Amanda.
“Cuando estaba en primer y segundo creía que no pasaba. Tomé Historia del Derecho. En la primera clase un profesor nos dijo que si alguien quería ser ayudante no tenía problemas porque para él todos son personas. Un estudiante se levantó y le dijo ‘yo no puedo ser ayudante porque soy gay’ y él profesor le contestó ‘¿usted es inteligente? Entonces no me importa con quien se acuesta’. Yo pensé ‘filete’, pero después te das cuenta que esto no es la norma”, señala.
“Sin ir más lejos, el otro profesor del ramo, un día hablando se refirió a la homosexualidad. Entonces dice ‘yo no tengo nada en contra de los homosexuales, pero es antinatural’. Un profesor le dijo que no estaba de acuerdo, a lo que él contestó: ‘yo tengo muchos amigos homosexuales y no son personas felices. Si no son personas felices, para qué existen’. Esa fue la primera vez que me sentí realmente discriminada”, relata.
Amanda asegura que casos como esos hay por montones. “En el ramo ‘Fundamentos del Derecho’, por ejemplo, el profesor decía que el acto homosexual era inmoral, entonces no debería existir, que la gente homosexual era enferma. ¡Lo peor es que hay alumnos que lo respaldan!”, explica.
La dificultad de denunciar
Al interior de Derecho UC los alumnos comentan y saben de la existencia de prácticas cuestionables. La discriminación de profesores, los comentarios machistas y violentos son conocidos, pero muchos lo aceptan como parte de la vida cotidiana de la facultad.
Algunos estudiantes apuntan a que no existe mayor denuncia a estos actos, principalmente por las posibles represalias, tomando en cuenta que la mayoría de las evaluaciones académicas se hacen en modalidad oral, con la subjetividad que eso implica.
Es un comentario más bien común en los pasillos de la facultad que si “hiciste algo que no es del agrado” de un profesor, posiblemente no pases el ramo. Mucho menos si hay una denuncia. Esto sin contar que muchos de los profesores, al mismo tiempo, pertenecen a las oficinas de abogados más importantes del país, donde muchos de los estudiantes sueñan con entrar.
El trato de las profesores mujeres de la facultad también es un tema que se comenta y debate. Algunos estudiantes apuntan a la diferencia de trato que hacen las docentes entre alumnos hombres y mujeres.
Amanda cuenta un episodio que guarda relación con el trato de una profesora, en medio de un examen oral recuperativo al que se presentó alterada por el fallecimiento de un familiar. “Cuando partí me equivoqué en un concepto. Me paró y me dijo ‘ya partimos mal’. Finalmente me dice que había estado muy mal, mientras el ayudante le decía que no fue así, que solo me había equivocado en una cosa”, explica.
“Fue tanta la violencia que no soporté y me puse a llorar. Ahí me dijo ‘¿qué te pasa? No te puedes poner a llorar solo porque eres mujer. Esto es el colmo’. Cuando terminé me dijo ‘¿sabes qué, tienes que ir al psicólogo y al psiquiatra porque no es normal lo que te pasa’. Al salir del examen, se supo que hubo un tipo que dio una prueba mucho peor que yo y la profesora lo pasó. Esto pasa mucho con las profesoras mujeres, son más estrictas con las mujeres que con los hombres”, concluye.