Comités Técnicos del Sistema de Acceso a la educación superior: ¿En qué están y qué cambios han evaluado?
Pese a que los tiempos son acotados, el proceso de admisión a las instituciones de educación superior en 2021 debiese darse bajo un nuevo sistema de acceso, en el cual se encuentran trabajando dos comités: uno para el subsistema universitario y otro para el subsistema técnico profesional.
La Ley 21.091 establece la obligación de diseñar e implementar un nuevo sistema de educación superior. Dentro de este contexto, durante el mes de abril de este año, se conformaron los Comités Técnicos del Sistema de Acceso que debiese entrar en vigencia en 2020 para el proceso de admisión 2021.
Para dicha tarea, se estableció un comité para el subsistema universitario y otro para el subsistema técnico profesional, los cuales tendrán en sus manos la misión de definir los procesos e instrumentos del nuevo Sistema de Acceso, además de autorizar los instrumentos específicos desarrollados por los planteles de educación superior. Ambos comités están formados por rectores de universidades, CFTs e IP tanto de planteles públicos como privados (ver cuadro con integrantes al final del texto ).
Avances
El tema es claro: los plazos son sumamente acotados, ya que el sistema debiese estar en plena marcha para el proceso de admisión 2021. Pero hasta la fecha, ¿en qué se ha progresado?
Según Juan Eduardo Vargas, ex jefe de la Divesup y actual Subsecretario de Educación Superior, “ambos comités han avanzado en el diseño de propuestas relacionadas con los procesos e instrumentos que conformarán el Sistema de Acceso, definiendo objetivos de corto y mediano plazo que le permitan a la futura Subsecretaría de Educación Superior administrar y gestionar el sistema de la mejor manera”.
Específicamente en el caso del comité para el subsistema universitario, Vargas afirmó a El Dínamo que “durante sus primeras tres sesiones y a través de diferentes actores, ha recopilado información respecto del funcionamiento de los procesos e instrumentos del actual Sistema Único de Admisión (SUA) que administra el Consejo de Rectores”.
Por su parte el rector de la U. Mayor, Rubén Covarrubias, integrante de este subcomité de acceso a las universidades, indicó hace algunos días a El Mercurio que esta instancia se ha reunido mensualmente y que hasta ahora, han revisado el panorama, y afirmó que han hecho “un desglose muy profundo del informe Pearson”, material que fue presentado hace seis años.
“Claramente, el CRUCh ha tenido reacciones lentas”, reconoció Covarrubias, y de frente a la definición del modelo que reemplazará al Sistema Único de Admisión, recalca la importancia de dar espacio a la autonomía de las universidades. “A algunas nos interesaría disponer de mayor flexibilidad, por ejemplo, para incrementar (el peso) del ranking, o de Ciencias, Matemática o Lenguaje”, señaló a El Mercurio.
En esta línea, Vargas agregó que “es importante señalar que nos encontramos en conversaciones con el SUA para hacer una transición que sea lo más fluida posible, entendiendo que el proceso de admisión del 2021 deberá ser liderado por este nuevo comité, el cual ha mostrado, por lo demás, una muy buena disposición a evaluar cambios a los instrumentos de acceso actuales”.
En tanto, para el comité para el subsistema técnico profesional, “el desafío es mayúsculo, porque en sus manos está el diseño e implementación del nuevo y primer Sistema de Acceso común para este tipo de instituciones, que actualmente no lo tienen, para lo cual se está trabajando en una propuesta de diseño e implementación que se haga cargo de las particularidades de la educación técnico-profesional”, detalló Juan Eduardo Vargas.
“Todavía estamos en el proceso de análisis de todas las alternativas para poder decidir, pero claramente tenemos que tener una plataforma, que es lo que está también establecido en la ley. Entonces, lo importante es definir qué es lo que va a tener y los contenidos de esa plataforma, que es una plataforma también de carácter informativo, y que además tenemos que ir viendo cómo esa plataforma da cumplimiento al mandato legal”, precisó a El Dínamo María Elena Villagrán, rectora del CFT Región del Maule.
Por su parte, Sergio Morales, rector del CFT San Agustín, afirmó a El Dínamo que “la responsabilidad y compromiso de los siete miembros está en poder aprobar un sistema que pueda ser acogido no sólo por las instituciones obligadas por ley a aplicarlo, sino que también permita incorporar a otras instituciones de educación superior técnico profesionales que buscan consolidar un nuevo sistema de acceso de más calidad y menores asimetrías a cada potencial estudiante y sus familias, sin afectar la realidad y cobertura que atienden las distintas IES en todo Chile”.
Cabe mencionar que el comité para el subsistema técnico-profesional se reúne una vez al mes, pero – en caso de ser necesario- están contempladas sesiones extraordinarias”. Con respecto a los plazos, Morales adelantó que “se espera que, a mediados del primer semestre del próximo año, ya esté definido y en instalación el sistema de información y acceso a la educación superior”.
Asimismo, Juan Eduardo Vargas señaló que “estamos conscientes que los plazos de implementación dispuestos en la Ley son acotados y, por lo tanto, entendemos que el tiempo se vuelve un factor clave en el diseño e implementación de este nuevo sistema. Atendiendo a lo anterior, junto con los comités, hemos formalizado un plan de trabajo de corto plazo que nos permitirá avanzar de manera rápida y responsable para dar cumplimiento a lo dispuesto en ella”.
La “nueva PSU”
En junio de este 2019, el Demre (Departamento de Evaluación, Medición y Registro Curricular) presentó un estudio sobre nuevas alternativas para reemplazar la PSU, el cual fue encargado por el Ministerio de Educación del Gobierno anterior.
El estudio, cuyas pruebas experimentales se realizaron entre 2017 y 2018 y contempló a 9 mil estudiantes, contó con la colaboración de 150 profesionales, liderados por Leonor Varas, directora del Demre.
Tras la presentación de éste, se dio a conocer en qué consiste la propuesta para reemplazar la PSU, la cual plantea cinco pruebas, correspondientes a: Competencias lectoras, matemáticas, científicas, competencias de escritura y habilidades transversales. Las tres primeras serían de selección, mientras que las dos últimas de caracterización.
“Al evaluar competencias o habilidades, se privilegian aspectos que son más generalmente valorados en la educación superior. Están diseñadas para que puedan ser rendidas por todos, independientemente de la rama educacional (Científico-Humanista o Técnico-Profesional), al estar referidas a contenidos comunes, centrales, estables en el currículo, de modo de evitar el sesgo y la inequidad que se produce al preguntar en las pruebas algo que un sector de la población no tuvo la oportunidad de aprender”, explicó a El Dínamo Leonor Varas, directora del Demre.
Además, “los pilotajes muestran una sistemática reducción de las brechas de las PSU, lo que significa una ganancia en la equidad que es muy necesaria en la selección universitaria. Son muy coherentes con el foco que desde el 2009 tiene el currículo escolar, en cuanto al desarrollo de competencias disciplinares, y cuya implementación se ha dificultado debido a que los colegios privilegian el entrenamiento para la PSU, que está alineada a contenidos (los Objetivos Mínimos Obligatorios)”, detalló la directora del Demre.