
Durante la semana pasada se cerró el periodo de postulación del Sistema de Admisión Escolar (SAE) para el año académico 2023, en un proceso clave para los padres y apoderados que desean enviar a sus hijos a establecimientos educacionales públicos o particulares subvencionados.
El método, que comenzó a aplicarse en 2016, está destinado a quienes ingresan por primera vez a un colegio que reciba aporte estatal; quienes quieran cambiarse de establecimiento o se encuentren actualmente en uno que no tiene continuidad en el siguiente nivel; y quienes quieran reingresar al sistema escolar.
En su casi seis años de existencia, el SAE ha entregado algunas pistas sobre las preferencias de las familias a la hora de elegir la escuela de sus hijos.
El centro de estudios Acción Educar analizó algunos datos sobre la demanda, oferta y admisión del sistema, descubriendo algunos datos como por ejemplo que, en promedio, cada individuo postuló a 3,3 colegios en los procesos de admisión 2020 y 2021.
Preferencia por los particulares subvencionados
Entre otros temas, el estudio destacó la “notoria” preferencia de los padres a los colegios particulares subvencionados, los que tendrían una mayor demanda que los público.
De acuerdo a Acción Educar, casi 7 de cada 10 primeras preferencias son dirigidas a colegios particulares subvencionados. Lo mismo ocurre para las segundas y terceras preferencias. Asimismo, cerca de un 40% de los individuos en cada proceso postula únicamente a este tipo de establecimientos.
Un 10% de los colegios participantes en cada proceso tiene muy alta demanda. De ese grupo, el 90% son particulares subvencionados y cerca de un 60% tiene copago.
Caída en la educación parvularia
El análisis también revisó los números relacionados con las postulaciones a los establecimientos con educación parvularia, los que mostraron una fuerte caída en la demanda, marcada principalmente por la pandemia de COVID-19.
En el detalle, entre 2019 y 2021 hubo una demanda 20% menor en kínder y 30% inferior en prekínder, lo que refleja el impacto de la crisis en este nivel.
“La caída de 22,8% en los postulantes a la educación parvularia entre 2019 y 2021 tendrá efectos negativos y crecientes sobre la escolaridad y productividad futura de estos individuos. Por otro lado, se observa un aumento en la proporción de postulantes que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica y social”, expresó Manuel Villaseca, investigador de Acción Educar y autor del estudio.
El experto concluyó que estos antecedentes muestran que “el sistema educativo chileno ha mostrado poca resiliencia frente a las medidas derivadas de la pandemia”.
“La caída brutal en los postulantes y en la matrícula de la educación parvularia, aquella más relevante para la disminución de las brechas de aprendizaje y productividad, tendrá efectos duraderos y negativos sobre el desarrollo humano y económico del país. La obligatoriedad efectiva del kínder y medidas de mitigación de los daños observados, tanto contundentes como focalizadas, pueden ayudar a evitar esta situación”, enfatizó.