Murdock después de la polémica: "Me duele el potito de la patá en la raja que me dieron…"

El show debe continuar. Así reza uno de los dichos más típicos del mundo de espectáculo. Y ya sea una situación insuperable o sólo un tropiezo momentáneo, esto se aplica a cualquier artista.

Elías Escobedo, el “humano” detrás del Lagarto Murdock, decidió continuar. Luego de la polémica salida del títere anaranjado desde el programa de  televisión “Hazme Reír” de Chilevisión – donde un chiste provocó la molestia de la comunidad Judía y diversos reclamos al CNTV- ahora su ácido humor puede verse semanalmente en el Teatro San Ginés de Bellavista, en el ciclo de humor donde también participa Mauricio “Indio” Medina (Dinamita Show) y Fusión Humor.

Antes de comenzar esta entrevista, Elías admite “estar chato” con el tema del chiste y su despido de la estación televisiva. Pero sabe que es inevitable abordarlo. “Si no, en 3 meses más te lo van a volver a preguntar”, le decía minutos antes “el Indio”.

De todas formas, a la hora de responder, el “Humano” prefiere hacerlo como Murdock. “Sé que el chiste lo dije yo, pero fue a través de Murdock… Él es el personaje“, señala. Además, confiesa, le preocupa que su nombre aparezca demasiado en los medios.

Una vez de acuerdo sobre este punto, Escobedo deja paso a su “alter ego” para que éste nos cuente sobre el espectáculo en San Ginés. “Es un show familiar, no es un show adulto donde hayan palabras “cochinas” (bueno, quizás sí).  Y tampoco hay chistes crueles… bueno, quizás también! Pero pueden venir igual, es para toda la familia”.

No es su única iniciativa. Además del canal en YouTube donde mantiene, junto a su amigo Atez, el espacio “The Atez & Murdock Show”, el duo se ganó  un proyecto del Gobierno Regional de Arica que relata la historia local. “Se llama “Atez y Murdock, viajeros en el tiempo”, donde recorremos la historia y las leyendas de Arica, lo vamos a estrenar en YouTube muy pronto. Va a estar muy entretenido”, afirma.

Murdock reconoce que su salida de la televisión fue dura. “Me duele el potito de la patá en la raja que me dieron. Pero no importa. Creo que en algún minuto voy a poder volver y voy a poder hacer mejores cosas. Espero que la gente todavía me quiera y que no se haya enojado conmigo”, sostiene.

“A los amigos judíos, si los ofendí, de verdad, yo no quería ofenderlos, sólo quería hacer humor, así como lo hace Mel Brooks, “South Park”, Seth MacFarlane, “Padre de Familia”, y otras (formas de) humor gringo que existen, donde sí se puede hacer humor con cosas como la historia del mundo”, agrega Murdock. “Les recuerdo la Inquisición Española de Mel Brooks, en “La Loca Historia del Mundo”, donde se hace un musical con algo horrible que pasó en la historia. Creo que como ellos son mis mentores, yo seguí el ejemplo, pero parece que no me salió muy bien…”, dice entre risas. “No me entendieron”.

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Insiste en que su intención con el chiste “nunca fue con el sentido de dañar la memoria, siempre riéndonos de la historia, porque es tan ridículo que Hitler haya puesto a los judíos en un horno… ¡es ridículo! Por eso se convierte en un chiste, porque es una estupidez“.

“Entonces espero que en algún minuto del futuro de la historia, yo pueda hacer chistes de pobres, porque es tan ridículo que exista la pobreza hoy día… Como cuando una persona se cae y… qué se yó, queda en coma, sus amigos están super dolidos en el momento, ¡pero después se hacen tallas! Porque el humor cura“, agrega. “El humor es amor”.

Sin embargo, Murdock no está ajeno a que los humoristas también buscan estirar los límites de lo tolerable. “Si, la verdad yo creo que me pasé un poquito, porque no estamos como en el minuto ni en el momento. Creo que era demasiado futurista mi chiste la verdad… Pero lo siento, de verdad, si herí a la comunidad judía, yo lo reitero, lo siento!”.

“Fue un chiste mal contado, pero yo no soy racista. No soy antisemita”, subraya. “Les voy a ir a entregar chocolates“, acota entre risas.

Luego del escándalo, ¿qué pasó con las visitas al canal de YouTube del muñeco naranjo? “¡Subieron poh hermano, si a la gente le encanta el morbo!”, dice alegre. “Y no es la idea pero… Les encanta ver a Murdock. Yo no soy mala gente, yo solamente hago humor y espero seguir haciéndolo hasta que me muera“, reflexiona.

Sobre el canal, nos cuenta, “pronto vamos a hacer un capítulo entero de qué es lo pasa con Murdock, y vamos a ver si es que se encuentra con Jesús, para que estén atentos, porque ahí si que va a estar entretenido”.

El deslenguado lagarto espera poder seguir haciendo espectáculos en la misma línea, aunque “obviamente con más cuidado. Hay que tener más cuidado, sobre todo en una sociedad como la chilena que es tan retrograda, que nos enojamos por todo. Eso me choca un poco”, reflexiona.

“Siento que hay gente muy hipócrita, que no se sabe reír de si misma, y no hablo por los judíos, hablo por cualquiera de las otras personas de las que yo me he reído. Me he reído hasta de los hippies, y se enojan. ¡Todos se enojan! ¿Por qué tanto enojo? Si quieren descargarse, háganlo con una almohada o vayan a boxear, pero no lo hagan con el humor”, manifiesta.

Respecto al futuro, el personaje admite que nunca se proyecta mucho. “El futuro no existe, el presente es el que existe. Para arreglar el futuro, hay que pensar en el hoy, no en mañana (…) Yo estoy trabajando en el hoy, por eso hago el humor que hago, para trabajar por un mejor futuro, donde seamos todos de una mentalidad abierta, donde todos sepamos reírnos de nosotros mismos, como dice la canción de Jorge Pedreros, que también ha sido un gran mentor para mi. Trabajemos hoy para un mejor futuro”, apunta.

¿Murdock Presidente?, le preguntamos. “¡No, jamás, a mi no me gusta robar…!“, se despide entre carcajadas.