[Fotos] A tablero vuelto, Iron Maiden vuelve a cautivar a los chilenos
Más de 60 mil personas disfrutaron de un show inspirado en la legendaria gira "Maiden England" y que con un espectacular apoyo de escenografía dejó felices a los fans de la "Doncella de Hierro".
En un marco de más de 60 mil espectadores, los británicos Iron Maiden brindaron un majestuoso espectáculo como cierre de su gira mundial “Maiden England“, con el que hicieron temblar el estadio Nacional.
Los fans chilenos una vez más se volcaron en masa a apoyar a la “Doncella de Hierro”, que con un repertorio cargado a los clásicos, se presentaron ante lo que el vocalista Bruce Dickinson calificó como el público más masivo ante el cual han actuado en nuestro país.
La jornada partió temprano con la presentación de los suecos Ghost, quienes pese a no ser tan masivos, ya con su participación en Rock in Rio habían demostrado que su teatral propuesta de rock pesado “ocultista” con tintes setenteros podía funcionar ante grandes audiencias.
Así, el grupo de enmascarados vestidos de riguroso negro y liderados por Papa Eméritus II -una satánica caricatura pontificia que habló varias veces en un correcto castellano- entregó canciones como “Per Aspera Ad Inferi”, “ConClave con Dio”, “Ritual” o “Year Zero”, que fueron bien recibidas por las alrededor de 35 mil personas que hasta esa hora se encontraban en el Estadio Nacional.
Vino luego el turno de Slayer, quienes bajo la batuta de nuestro compatriota Tom Araya siempre “juegan de local” ante la fanaticada criolla. Esta jornada no fue la excepción, y el bajista rápidamente se echó al público al bolsillo con un “¡Viva Chile Mierda!” casi al principio del show, donde destacaron temas como “War Ensemble”, “Mandatory Suicide” y “Dead Skin Mask”.
Araya dialogó varias veces en español con los presentes, agradeciendo el apoyo “y el amor que siento aquí”, agregaba, visiblemente emocionado.
Otro momento emotivo vino con el homenaje a su fallecido guitarrista, Jeff Hanneman, donde la banda proyectó imágenes del músico en las pantallas gigantes de los costados, mientras de fondo colgaba un lienzo con su apellido y la frase “Angel de la muerte – Sigue reinando”, un juego de palabras con dos de los temas más famosos de Slayer, “Raining Blood” y “Angel of Death”, los que fueron escogidos para este homenaje y cerraron su show.
Pero faltaba el número principal, que a los sones del tema “Moonchild” y acompañado de una puesta en escena alusiva a su disco “Seventh Son of a Seventh Son”, hizo cantar a las más de 60 mil personas presentes. “Es increíble“, decía el cantante Bruce Dickinson, afirmando que era la audiencia más grande ante la que había tocado Iron Maiden en Chile.
Y la “Doncella” no decepcionó a su público. Un repertorio cargado de clásicos; una escenografía impresionante donde los telones de fondo cambiaban según la canción; fuego, luces y pirotecnia, todo acompañado de un impecable desempeño instrumental de Harris (bajo), Gers (guitarra), Murray (guitarra), Smith (guitarra) y Mc Brain (batería). Y Dickinson, histriónico como siempre, hasta lució una chupalla durante el tema “Phantom of the Opera”.
Por supuesto que “Eddie“, la famosa mascota de la banda, tampoco estuvo ausente, paseando por el escenario en el tema “Run to the Hills”, reapareciendo detrás de la batería en el tema “Seventh Son…” con una suerte de bola de cristal en sus manos, para finalizar con un corazón “latiendo” en la mano y desatando la euforia de los asistentes.
“Esperamos que la próxima vez hayan 80 mil personas aquí”, señaló el vocalista de los británicos al despedirse con una enérgica “Running Free”. Un cierre sencillamente espectacular para uno de los mejores shows que el conjunto metalero ha ofrecido en tierras nacionales.
Fotos: Agencia EFE